La policía y los fiscales del sur de Polonia investigan la vandalización con grafitis en inglés y alemán pintados en varios inmuebles del Museo Auschwitz-Birkenau, el sitio del antiguo campo de exterminio nazi.
Un guardia de seguridad fue quien encontró los grafitis en nueve barracones de madera en un área donde no hay circuito cerrado de televisión. Señalaron que buscan a la persona o personas responsables de vandalizar un objeto histórico.
Este es un delito que conlleva una pena de hasta ocho años de prisión.
Los expertos judiciales determinarán si el contenido del grafiti es antisemita, precisó Malgorzata Jurecka, portavoz de la policía en la ciudad de Oswiecim.
Si concluyen que lo es, los perpetradores también podrían enfrentar cargos por delitos de odio punibles con hasta tres años de prisión.
Las autoridades del museo y del memorial del Holocausto Yad Vashem de Israel condenaron el vandalismo como una afrenta a la memoria de los 1,1 millones de personas que murieron en Auschwitz-Birkenau.
Las personas ejecutadas en Auschwitz-Birkenau eran en su mayoría judíos europeos, aunque también habían polacos, gitanos, prisioneros de guerra soviéticos y otros, quienes murieron en las cámaras de gas o de hambre, enfermedades y trabajos forzados.