El papa Francisco condenó los recientes ataques en Noruega, Afganistán y Gran Bretaña, solidarizándose con las familias de las víctimas y calificando la violencia de “una derrota para todos”.
“La semana pasada tuvieron lugar ataques varios, por ejemplo en Noruega, Afganistán, Inglaterra, que causaron numerosas muertes y heridas”, dijo el pontífice en su acostumbrado saludo dominical.
“Expreso mi cercanía con las familias de las víctimas”, añadió el papa.
En Noruega, ataques con arco y flecha mataron a cinco personas y dejaron heridas a otras tres. En el sur de Afganistán, una bomba en una mezquita mató a 47 personas y dejó heridas a decenas. El grupo Estado Islámico se atribuyó ese hecho.
En Inglaterra, un legislador fue asesinado a puñaladas durante una reunión con sus constituyentes, un hecho que la policía considera un ataque terrorista. Las autoridades británicas no han identificado públicamente al sospechoso de asesinar al legislador conservador David Amess.
“Les imploro, por favor, abandonen el sendero de la violencia, que es siempre un sendero hacia la perdición, una derrota para todos”, señaló.
“Recordemos que la violencia sólo genera más violencia”, añadió.