El gabinete ministerial del presidente peruano Pedro Castillo, que incluyó horas antes a un nuevo ministro del Interior, logró el jueves la aprobación del Congreso opositor con una ajustada votación.
Para seguir ejerciendo se necesitaban los votos de la mitad más uno de los 125 congresistas asistentes. Los legisladores votaron 68 a favor, 56 en contra y 1 abstención. Tras este control político el equipo encabezado por la primera ministra Mirtha Vásquez, continuará en funciones.
La solicitud de investidura de los ministros se detuvo hace 11 días tras la sorpresiva muerte de un legislador. Durante la mañana, Castillo designó como nuevo ministro del Interior a Avelino Guillén, el tercero en ocupar ese cargo en reemplazo de otro que renunció por presuntamente organizar una fiesta de Halloween pese estar prohibida para evitar contagios por el coronavirus.
Guillén, de 67 años, es conocido por su papel clave en lograr la sentencia por 25 años de cárcel contra el expresidente Alberto Fujimori tras acreditar su autoría mediata en el asesinato de 25 peruanos, entre ellos un niño, a manos de un grupo militar durante su mandato (1990-2000).
El partido fujimorista votó en contra de otorgar la confianza al gabinete ministerial y su vocero Hernando Guerra calificó al gabinete de estar «parchado hace ocho horas» y destacó las contradicciones del gobierno que por un lado habla de inversión, pero por otro lado quiere nacionalizar el mayor campo gasífero del país. Actualmente «no tenemos gobierno, sólo desgobierno de Pedro Castillo».
El gabinete de Vásquez es el segundo de la gestión de Castillo, que aún no cumple 100 días en el poder. La investidura de los ministros en un parlamento opositor era el mayor desafío del gobierno izquierdista en medio de la pandemia de coronavirus, tras un quinquenio inestable en el que Perú tuvo cuatro presidentes y un Congreso disuelto por un mandatario que luego fue destituido.
La votación también demostró que la bancada oficialista Perú Libre quedó partida. De sus 37 integrantes, 16 votaron contra el gabinete. Las fricciones internas se produjeron luego que Castillo pidió la renuncia del anterior primer ministro Guido Bellido, un izquierdista ortodoxo.
El gobierno de Castillo soporta el estallido de varios conflictos sociales acumulados por años en los Andes donde funcionan minas de capitales internacionales, así como el incremento de la delincuencia.
TEXTO Y FOTO: AP