(Cúcuta 25/02/2019). Enviada Especial Angélica Romero Navas.- La tensión en el Norte de Santander no cesa. Este lunes hubo violencia, drama y heridos. La vuelta a la Patria para quienes se quedaron en la frontera no ha sido fácil. De este lado hay familias con hambre, llevando sol y sin un lugar seguro para dormir.
Desesperados aplicaron el Plan B: pasar por trochas, es decir, por caminos no autorizados donde no hay seguridad pero sí hay civiles armados, asaltantes y hasta guerrilleros luchando por el control de la zona.

Allí estaban, caminando por un lugar empedrado, a orilla del Río Táchira, con maletas pesadas o bebés en brazos. “Primera vez que me toca pasar así pero no hay otra forma. El Gobierno no piensa en nosotros”, dijo una mamá que cruzó con su niña de aproximadamente un año de edad.
Los trocheros aprovechan la situación. Hasta 10 dólares cobran por pasar hacia el otro lado. “Vamos, no tengan miedo, yo le llevo las maletas”, le dicen a los que llegan a preguntar a Migración sobre la apertura de las fronteras.

También estaban los periodistas de todas partes del mundo, impactados por el drama, conociendo una trocha de Sudamérica, viendo cómo centenares de personas desafían a las autoridades de dos países que han dicho: nadie entra, nadie sale.
Momentos de tensión
Pero hay un grupo de muchachos que no se atreve a pasar por los caminos ilegales. Si lo hacen, al llegar a Venezuela serían puestos tras las rejas, en el mejor escenario. Son los venezolanos que intentaron hacer pasar el camión de la ayuda humanitaria que fue quemado en Ureña. Sus imágenes dieron la vuelta al mundo y ya están “fichados”.

Estos mismos muchachos hoy prepararon explosivos caseros para lanzar a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que atravesó un camión cisterna con el fin de bloquearle el paso, se enfrentaron a ellos una vez más, pero además desvalijaron el camión y lo lanzaron al río Táchira. En ese momento la GNB respondió con perdigones y tanquetas. Hubo varios heridos, dos de gravedad.

A la medianoche del lunes 25 de febrero , el Gobierno colombiano informaba que la frontera seguiría cerrada hasta la madrugada de hoy, mientras que por el lado colombiano, ninguna autoridad se ha pronunciado.