Marco Davalillo el mánager de las Águilas respira un poco más tranquilo, porque los rapaces barrieron a los Leones del Caracas en dos partidos desarrollados en el Estadio Universitario. El sábado 13 de noviembre le ganaron fácil 11-4, el domingo 14 lo superaron 6-4. Pero el equipo sigue en la cola con registro de 7-13, a seis juegos del primer lugar ocupado por Bravos que tiene marca al revés, 13-7, contra 12-7 de Cardenales, su escolta a medio juego.
El domingo 14 el partido llegó al noveno inning empatado 4-4. El jardinero Yonathan Perlaza, en la parte alta de ese episodio, abrió con un sencillo. El emergente José Herrera conectó elevado al jardín central que parecía de rutina para el patrullero Ángel Aponte. Pero el novato jardinero perdió ubicación de la pelota en el cielo caraqueño y su guantazo no tuvo efecto para detener el globo, que terminó su recorrido en lo profundo del jardín central.
Perlaza, en ese momento, anotó la carrera de la ventaja para poner el juego 5-4 a favor del elenco zuliano. Por Herrera entró a correr Erick Epifano, que seguidamente se metió al plato mediante imparable del camarero Osleivis Basabe, que dio cifras definitivas en el marcador. Miren todo lo que ocurrió por la pifia del «rookie» Aponte al no poder tener control de la pelota en el aire, que supuestamente se le perdió en el espacio y que terminó en un desastre, porque al final su club perdió el encuentro. Como dicen: unas son de cal, otras de arena.
El pítcher Silvino Bracho está satisfecho por lo ocurrido. “Contento con el resultado, no ha sido fácil por el proceso que hemos venido pasando y atravesando, tratamos de mantenernos unidos, pero las cosas no nos habían salido, de a poco ya nos estamos poniendo y acoplando”, comentó el cerrador Silvino, después de colgar los últimos tres outs del desafío. “Me sentía algo cansado, pero le dije al mánager que podía hacerlo”, añadió en su conversación con el circuito radial del Zulia. Brandon Brosher (1-0) fue el lanzador vencedor, Jesús Zambrano (0-1) el perdedor.
El receptor Manny Piña, se 34 años y quien es de la Ruezga Norte en el estado Lara, ya no pertenece a Cerveceros de Milwaukee porque acaba de firmar un contrato con los campeones Bravos de Atlanta. Un pacto de dos años por 8 millones de dólares. Bateó flojo en 2021 (.189/.293/.439), pero conectó 13 jonrones de 208 apariciones en el plato y también fue muy defensivo en su posición.
Atlanta es una de las pocas organizaciones que divulga públicamente los términos financieros y este convenio no fue la excepción de la regla, informó Steve Adams, miembro del portal MLB Trade Rumors. El venezolano ganará $ 3,5 millones en 2022 y $ 4,5 millones en 2023. El acuerdo prevé una opción de $ 4 millones para la temporada 2024, que no incluye una cláusula de rescisión. El barquisimetano es asesorado por Rep 1 Baseball, que negoció el nuevo contrato.
Parece sorpresivo el acuerdo con Manny, pero Atlanta tiene sus razones. A Travis d’Arnaud el pasado mes de agosto le extendieron un contrato de dos temporadas por $ 16 millones. Piña arriba para proteger la labor del titular. Pero también están su compatriota William Contreras y Shea Langeliers, dos prometedores prospectos, lo que significa que tanto d’Arnaud como Piña servirán de orientadores para comenzar a guiar la carrera de esos muchachos en las Grandes Ligas. Los Bravos lo que quieren es buscar de asegurar un futuro, para próximos campeonatos en las Mayores. Es lo que se vislumbra. Nada malo, por supuesto.
Foto: Marco Davalillo, con su gente, espera salir del hueco