Al menos 15 personas han fallecido por la ceniza y el gas caliente del la erupción volcánica en Indonesia, mientras que otras 27 siguen desaparecidas.
El monte Semeru, en el distrito de Lumajang, en Java Oriental, expulsó densas columnas de ceniza que alcanzaron los 12.000 metros de altura, en una erupción repentina el sábado provocada por las fuertes lluvias. Los pueblos y ciudades cercanas se vieron cubiertas por toneladas de material volcánico.
Nubes abrasadoras de gas bajaron por las laderas de la montaña, golpearon poblados enteros y mataron o causaron quemaduras graves a las personas a las que encontraron a su paso.
Había 56 personas hospitalizadas, la mayoría por quemaduras, indicó Abdul Muhari, vocero de la Agencia Nacional de Alivio de Desastres. Los rescatistas seguían buscando a 27 vecinos aún desaparecidos. Casi 3.000 viviendas y 38 escuelas sufrieron daños, indicó Muhari.
La erupción en la montaña de 3.676 metros (12.060 pies) alivió la presión acumulada bajo el domo de lava en el cráter. Pero los expertos advirtieron de que el domo aún podría provocar un alud de gas abrasador y escoria atrapada debajo.
Más de 1.700 vecinos huyeron a refugios de emergencia improvisados tras la potente erupción del sábado, aunque mucho ignoraron las advertencias oficiales y optaron por permanecer en sus casas para atender a su ganado y proteger sus propiedades.