¡!La Navidad !!
La Navidad (en latín: nativitas “nacimiento”) es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En algunas de estas tradiciones también el 24, la Nochebuena (inglés: Christmas Eve, alemán: Heilig Abend) y el 26 (Second day of Christmas, sweater Weihnachtsfeiertag) son partes importantes de la fiesta de Navidad.
El 25 de diciembre es un día festivo en muchos países celebrado por millones de personas en todo el mundo.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es “misa (mass) de Cristo”. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa “noche(s) consagrada(s)”. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Coloquialmente, al periodo que comienza con la Navidad y finaliza con la Epifanía del Señor también se le conoce como pascuas.
Los orígenes pueden variar de acuerdo a la festividad. Aunque la fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazaret no se encuentra registrada ni en el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento (Biblia), el 25 de diciembre ha sido significativo en los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte (desde el 21 de diciembre). La adopción de esa fecha se realizó siglos después, empezando por el testimonio de Sexto Julio Africano en el año 221 acerca de la fecha de nacimiento en Judea y el calendario litúrgico filocaliano de 354 después de Cristo.
San Lucas el Evangelista dice que la Anunciación del arcángel San Gabriel a la Virgen María sucedió seis meses después de la concepción de Juan el Bautista (Lc, 1, 26). Las liturgias orientales y occidentales concuerdan en la identificación de esta fecha con el 31 del mes de adar, que corresponde a nuestro 25 de marzo, fecha en la que la Iglesia celebra la Anunciación y la concepción de Jesús. La fecha del nacimiento, por tanto, debería ser situada 9 meses después, es decir el 25 de diciembre.
Algunos han objetado que no pudo nacer en diciembre, ya que el Evangelio de San Lucas se habla de unos pastores que pasaban la noche al raso, lo que indicaría que no es una época invernal. Sin embargo, la respuesta estaría en las normas de pureza del judaísmo. Los rebaños de ovejas se diferenciaban en tres tipos: los compuestos solo de ovejas de lana blanca, consideradas puras y que después de pastar volvían a entrar en el redil en el centro de las poblaciones; las compuestas por ovejas de lana en parte blanca y en parte negra, que por la tarde entraban en rediles dispuestos a las afueras de las poblaciones; y las ovejas de lana negra, consideradas impuras, que no podían entrar ni en las ciudades ni en los rediles, debiendo permanecer a la intemperie con sus pastores en cualquier periodo del año. El Evangelio también dice que los pastores hacían turnos de guardia, lo que indicaría una noche larga y fría, lo que encaja con un contexto invernal.
El papa de Roma solía celebrar tres misas de Navidad. La primera era hacia la medianoche en la Basílica de Santa María la Mayor, donde según la tradición, se encuentran las reliquias del pesebre en el que fue depositado el Niño Jesús. El sumo pontífice celebraba, además, la misa para la comunidad griega de Roma en la Basílica de Santa Anastasia, quizás en recuerdo de la Anastasis o la Resurrección; que se denomina Misa de la Aurora. La tercera misa era, finalmente, la conocida como “diurna”, que el papa celebraba en la Basílica de San Pedro, que se encontraba fuera de las murallas romanas. Fuente: Wikipedia.
Valores característicos en los venezolanos, como la solidaridad, la unión, el amor, la paz y la esperanza, y que durante el año se mantuvieron olvidados, es propicio revivirlos en Navidad…
La solidaridad y la unión, tradiciones ancestrales nuestras, forman parte inseparables de los demás principios y valores aprendidos en el seno de los hogares destruidos por la diáspora implacable para muchas familias arrasadas por el sistema político impuesto y que ha destruido nuestra economía, al igual que a los servicios públicos esenciales, a pesar de que Venezuela posee inmensas e in-cuantificadas riquezas.
Nos queda el amor, la paz y la esperanza como sentimientos indestructibles que nos dan fuerza física, moral, y espiritual para enfrentar el oprobio al cual nos han sometido.
Disfrutemos de una humeante taza de café, con la esperanza de que en la Justicia aplicada bajo el respeto del “Estamento Legal vigente…” ¡Está el camino de la paz!
¡Reciban un fuerte y solidario abrazo con todo el amor que siento por mi patria Venezuela!”