El Amor al Prójimo
Amor al prójimo, en cristianismo es un dogma fundamental en el comportamiento de un cristiano en que se sustenta no solo el cristianismo, sino que también la ley mosaica del judaísmo. (Proverbios 17:17); (Marcos 12:33); (Mateo 22: 37-40).
En el concepto de amor al prójimo se engloba la empatía por otro ser humano sin importar su condición, se practica la consideración, la compasión, el altruismo, la ministración, la filantropía y la amistad fraterna.
El concepto de amor al prójimo está recogido en la Biblia (con las palabras ama a tu prójimo como a ti mismo), como el segundo de los dos mandamientos en los que Jesucristo resumió la totalidad de la ley divina.
Según el evangelio de Jesucristo, en el amor a Dios y en el amor al prójimo se basan la Ley y los profetas (Mt 22,40), es decir, las obras de literatura religiosa escritas por el pueblo hebreo, cuyo mensaje se atribuye a una especial inspiración divina y en las cuales se recoge el modo en que ha de vivirse la fe en Yahvé.
Fuente: Wikipedia.
Estamos atravesando por días donde es común resaltar esos valores: se practica la consideración, la compasión, el altruismo, la ministración o servicio, la filantropía y la amistad fraterna, los demostramos cuando buscamos reunirnos en familia, entre amigos, y brindamos por nuestra solidaridad y apoyo, a propios y a extraños, tan sólo que, ahora, vemos nuestros seres queridos diezmados o dispersos por el mundo como consecuencia de la pandemia que azota a la humanidad y/o por la diáspora inclemente que nos ha impuesto la situación política económica en la cual sobrevivimos los ciudadanos venezolanos y demás personas que habitamos en esta “Tierra de Gracia,” llamada Venezuela.
Se cuantifica en más de seis millones de venezolanos, los que han huido de la desnutrición y del hambre, de la falta de un empleo que les proporcione un ingreso digno y suficiente que les permita cubrir sus necesidades y las necesidades de sus familias; viaje al exterior, inmisericorde y riesgoso en una gran mayoría, en búsqueda de situaciones económicas con las cuales poder acceder a una mejor calidad de vida, despiadadamente negada en Venezuela, y el envío a sus familiares de remesas monetarias, alimentos, medicinas, ropa, zapatos, etc., etc…
Son millones de hogares los que tendrán algún lugar vacío durante nuestra tradicional cena de año nuevo. Cortas se quedarán “Las Uvas del Tiempo” de nuestro querido Andrés Eloy Blanco. Quienes recordamos al grande Almicar Segura, rememoraremos su acostumbrada alocución desde El Palacio Radial y dejaremos brotar silentes lágrimas por nuestros seres ausentes… ¡Mientras vivimos la soledad en una festividad!
Sonadas las doce campanadas, pregunto:
¿Cómo desearle felicidad a una madre y/o a un padre que tiene un hijo en Australia, otro en Estados Unidos, otro en Chile y uno más en Barquisimeto, mientras él o ella está en Panamá?
Pero hay quien, si dispone de in cuantificables ingresos, de yates, mansiones, jets privados, autos costosísimos, prendas, vestidos y zapatos de marca, hacen mercado en el exterior y, lo principal, disfrutan de agua potable, energía eléctrica ininterrumpida, gas doméstico, combustibles y, un excelente servicio de salud, entre otras bondades que les otorga la autoridad lograda que conlleva una gran responsabilidad. No es envidia socialista, se trata de la negación al bienestar social de un sector de la población.
La principal característica de un político debería ser… “EL AMOR AL PROJIMO.”
La práctica de los valores intrínsecos de ese amor…
Sólo la templanza del venezolano hará que esta enseñanza sea fructífera, sólo así, podremos decir: ¡Valió la pena! Saldremos más fortalecidos y haremos de estos momentos un mal recuerdo, y como el Ave Fénix… “resurgiremos de nuestras propias cenizas.”
La justicia amparada en el Estamento Legal vigente jamás se podrá calificar como venganza, menos aún, la Justicia amparada en las Sagradas Escrituras.
En nombre de la “Federación Nacional Caficultores de Venezuela,” de las humildes familias productoras de café y en el mío propio, agradezco a la Junta Directiva y a todo el personal de “El Informador” su solidaridad y apoyo a mis luchas por la libertad, la democracia y los Derechos Humanos de los oprobiosamente olvidados…
A todos, gracias, mil gracias. Reciban un fuerte y fraternal abrazo con los mejores deseos por vuestro éxito y felicidad…