Leocenis a Maduro: le vimos muy bien vestido y además bastante bien alimentado en su mensaje de Navidad. Se nota que mal no le va < El Informador Venezuela
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Leocenis a Maduro: le vimos muy bien vestido y además bastante bien alimentado en su mensaje de Navidad. Se nota que mal no le va

García: es incomprensible que el Gobierno defienda un aumento de US$ 40, mientras visten trajes de US$ 1200

Foto: archivo

El coordinador nacional de Pro Ciudadanos, el periodista Leocenis García, luego del mensaje navideño emitido a todo el país por el presidente Nicolás Maduro, le dirigió a éste una carta pública que tituló: “Todo lo que Nicolás Maduro olvidó en su mensaje de Navidad”.

En ella, entre muchos otros señalamientos, García le expresa que “por cierto, le vimos muy bien vestido, presidente, y además bastante bien alimentado. Se ve que mal no le va”.

–Hay muchas situaciones que nos enojan –prosiguió–, de las que son en buena parte responsables usted y su régimen, y que nos parece pretendió ignorar en su mensaje navideño.

Altísimos sueldos, lujosas camionetas y dispendiosos viajes

“Estamos muy enojados por los altos sueldos que ustedes mismos se otorgan, por las lujosas camionetas que manejan y por la cantidad de dispendiosos viajes que realizan con nuestro dinero, porque no es posible que en un país con más de la mitad de su población en situación de pobreza, existan sueldos públicos como los que ustedes ostentan”.

“Mire, presidente: Según datos proporcionados por organizaciones respetables, 15 millones de venezolanos viven en pobreza extrema, mientras que otros siete millones no tienen para comer ni siquiera una o dos veces al día. ¿No es eso un insulto?

–Esos viajes de los que con frecuencia disfrutan sus ministros –ya sabemos que usted tiene sus complicaciones con la justicia internacional— nos parecen un grosero despilfarro de dinero, propiedad de todos los venezolanos.

Percepciones distintas de un país

“El país que ustedes ven y que aparece impreso en los informes de gobierno que ustedes distribuyen en nuestras casas no es el país que nosotros vemos a diario”.

“Es un país lleno de basura y de basureros por todas partes, normalmente sobresaturados de gente hurgando en ellos para tratar de encontrar algo qué comer”.

“Las carreteras están destrozadas. Son un real desastre. Y de noche es un verdadero riesgo transitar por ellas. Por cierto, si ustedes quieren una muestra, les invito a que se den ‘un paseíto’ por la Lara-Zulia, a ver cómo les va”.

“Y lo más ridículo son los grafititis del “Ché” Guevara, de Hugo Chávez y hasta de un indio que nunca existió: Guaicaipuro, y algunos de ustedes salen en defensa de esto con el argumento de que es ‘arte’.

“Bueno, hay que ver el arte que significa el espantapájaros que están montando en la avenida  ‘Francisco de Miranda’.

La inseguridad sigue campante

En otro de sus párrafos, García desmiente las aseveraciones oficiales acerca de una supuesta disminución del índice delictivo en el país, y afirma que lo que ocurre es que, como quiera que “solamente dos de cada cien delitos culminan en sentencia debido a la corrupción y a los engorrosos trámites, entonces, ¿Para qué denunciar…?”.

“Y, por si fuera poco, una de las cosas que molesta en sumo grado es la enorme cantidad de dinero público, es decir, nuestro, que va a parar a las organizaciones políticas de ustedes, en concreto tanto al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como al partido de la doctora Delcy Rodríguez.

Economía y salud: Un desastre

Luego, el dirigente político desvía su atención hacia “el desastre de la economía nacional” y hacia “la acelerada desaparición de la salud para todos en la mayoría de los centros públicos de atención médica, casi inoperativos y sin dotación de medicamentos ni de insumos apropiados”.

Más adelante, señala que “a la par, todos esos enchufados del régimen, en componenda con alcaldes que usted mismo alaba como de oposición, están poniendo edificios  comerciales en lugares totalmente inapropiados, que atentan contra el paisaje urbano”.

“De igual manera, esas edificaciones congestionan más el de por sí ya congestionado tráfico vehicular, y en muchos casos desvalorizan el patrimonio de quienes por casualidad poseen una casa al lado de tales construcciones, y así es como lavan su dinero: Con grandes edificaciones.

Reinaldo Gómez

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