Aura Rosa Castillo- La combinación de las políticas equivocadas diseñada en las altas esferas de gobierno y la corrupción han llevado al país a una emergencia humanitaria compleja a su juicio, de la socióloga y coordinadora de Transparencia Venezuela, Yonaide Sánchez.
“Hay políticas que han sido deliberadas y reiterativas pese a los terribles resultados que han tenido en el sector salud y la calidad de vida de los venezolanos. Una de éstas ha sido la creación de Barrio Adentro, en sus cuatro etapas”.
Esa política inicia en 2003 y tres años más tarde el propio presidente Hugo Chávez, admitió que poco más de 2.000 módulos estaban cerrados. Sin embargo, se continuó con la misma y durante esos años se dilapidaron más de 40.000 millones de dólares.
Con los resultados conocidos, vale preguntarse –dice la socióloga– ¿por qué no se modificó esa política? ¿Por qué el sistema de medicamentos está en manos de la misión cubana? ¿Por qué los venezolanos nunca conocimos el presupuesto asignado a la misión Barrio Adentro y tampoco su sede institucional?
Ahora organizacionalmente la conforman módulo, Centro de Diagnósticos Integrales (CDI) y hospitales, y justamente su segunda política ha sido la remodelación de estos centros de salud para lo cual han destinado presupuestos monumentales en euros y dólares para supuestamente mejorar el sistema de cadena de frio en dichos centros de salud así como equipos de radiología.
Asimismo, en su momento, el presidente Chávez anunció la construcción de 16 hospitales en todo el país. Sólo se edificó el Cardiológico Infantil Latinoamericano doctor Gilberto Rodríguez Ochoa, en la urbanización Montalbán en Caracas, hoy día con serios problemas de funcionamiento.
Entonces, ¿Dónde está el dinero asignado para la construcción de esos 15 hospitales de envergadura? Pregunta Sánchez.
La opacidad
Otra de las políticas es la opacidad en materia de presupuestaria –cuestiona la coordinadora de Transparencia Venezuela, Yonaide Sánchez- y reitera la dilapidación de 40.000 millones dólares en Barrio Adentro mientras el gobierno vocifera que la salud es prioridad con las asignaciones presupuestarias más importantes. Eso no verdad, enfatiza.
Argumenta que en los años 2017 y 2018, la asignación de presupuesto en salud bajó a 4.3 % que con la situación inflacionaria las cifras son dramáticas. De 5.9 billones de bolívares asignados al sector salud en 2017 y una cantidad un poco menor en 2018, en términos reales eso se redujo a 0,75 % y 0,34 %. Es decir, el presupuesto del año pasado no llega a 2.5 % del presupuesto nacional.
Considera que con el la ciudadanía y las organizaciones de derechos humanos exigimos el ingreso de ayuda humanitaria. La vida no espera en Venezuela, enfatizó.
FAN supera presupuesto nacional
Aseveró Sánchez que no hay dinero para unas cosas, pero sí para otras. Cita que en 2018 (entre enero y junio), la Fuerza Armada Nacional recibió en créditos adicionales un monto mayor al presupuesto nacional 2018.
Cuánto quedó para solventar las necesidades de alimentación, transporte y seguridad del resto de los 30 millones de habitantes, pregunta.
En sus palabras, en el país no ha habido guerra económica. Las sanciones son recientes, lo que se vive en el sector salud es resultado de políticas equivocadas. “Hemos tenido 18 ministros que han seguido con la discontinuidad, opacidad y desorden administrativo. Un caos institucional”.
Cleptocracia
Lo que estamos viviendo –expresa Sánchez– tal como lo han planteado otras ONG, no son hechos aislados. Es una cleptocracia, es un sistema diseñado para el robo. Cita que, en 1998 cuando ascendió Chávez al poder en el país había 78 empresas propiedad del Estado. En la actualidad, superan las 1.000, aunque todavía las están buscando, ya que en la base de datos de Transparencia Venezuela registra sólo 576.