Para la activista de Alternativa Popular Revolucionaria (APR) en el Estado Lara, Cesil Torrealba, “los narcoalcaldes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), así como una diputada y otros activistas detenidos en los últimos días, no son sino chivos expiatorios para tapar el mar de corrupción en que se hallan envueltos los dirigentes de esa organización política a todos sus niveles”.
En una nota informativa llegada hasta nuestra redacción, se señala que, en rueda de prensa ofrecida por la citada dirigente, ésta aseveró que “este tipo de hechos no son sino la prueba más fehaciente de que el liderazgo del PSUV habla de unos principios revolucionarios que ellos no practican”.
–Al contrario, cada día que pasa, se sumergen más y más en la corrupción y en delitos como el tráfico de drogas, el peculado de uso y el agavillamiento, como, por cierto, sucedió en estos casos.
–Pero hay en torno a esto algo que no se debe ignorar, y mucho menos olvidar, y es que ahora resulta que el partido que apoyó a estos dos alcaldes, tanto la del Estado Zulia como el del Estado Anzoátegui, por haberse involucrado en hechos que ya son ampliamente conocidos de la opinión pública, está tratando por todos los medios de que este gravísimo entramado de corrupción sencillamente pase por debajo de la mesa.
–¿Y por qué lo hace? Pues simplemente para que el pueblo, la opinión pública, la gente, no descubra el talante, la calaña, de que están hechos estos seudorrevolucionarios que simplemente tienen, o practican, una doble moral.
–Así, por un lado, se desgarran las vestiduras por “sus luchas contra la corrupción”, pero, por el otro, resulta que, si se concretase una verdadera investigación a fondo, como debe ser, quién sabe cuántos de estos héroes de barro caerían.
–En la APR –dijo finalmente—, hacemos un llamado a nuestro pueblo para que continuemos en la lucha contra estos delincuentes de la política, porque solamente así podremos concretar una verdadera eficacia ciudadana, de verdadera calidad revolucionaria, tal como lo aseveraba ese gran revolucionario que fue Alfredo Maneiro.
Reinaldo Gómez