Desde hace más de un mes las familias del pueblo de Bobare, ubicado al noroeste de la ciudad, están sin el servicio de agua por tuberías.
Señalan que aunque el agua que les llega es salada «ayuda mucho a suplir nuestras necesidades».
Explican que desde la oficina de Hidrolara «solo nos dices que fue que se dañó una de las bombas», sin embargo aún no se les ha restituido el servicio ni arreglado dicha bomba.
En una reunión organizada por los afectados «Hidrolara quedó en darnos una respuesta lo más pronto posible y para aliviar la necesidad, enviar tanques cisternas a la comunidad», sin embargo, esto aún no ocurre.
Cisternas o lagunas
Ante esta problemática, las familias recurren a la compra de una ‘pipa’ a los pocos camiones cisternas privados que aún prestan sus servicios y cobran 1 dólar el agua salada y 1.5 dólares la dulce
Sin embargo quienes no cuentan con los recursos para realizar esta compra de agua deben recurrir a las lagunas cercanas al sector para llevar el vital líquido a sus hogares, aún cuando esta agua no es apta para el consumo humano.
Piden a las autoridades que se avoquen a resolver esta problemática que afecta a más de 20.000 personas y los priva de este servicio básico.