En presencia de las autoridades de Roraima y Pacaraima (Brasil), así como del gobernador de Bolívar, Ángel Marcano; el alcalde de Gran Sabana, Manuel Vallez; el alcalde de Caroní, Tito Oviedo; e incluso el exgobernador Francisco Rangel Gómez.
Con la reapertura de la frontera Venezuela-Brasil, Gilbert Almarza, presidente de la Cámara de Turismo en Bolívar hizo hincapié en que ahora se debe mejorar los productos, los procesos, la atención a los turistas, para ser más competitivos en los mercados.
«El abrir esta frontera traerá beneficios al estado Bolívar y el suroriente del país. Se va a mejorar el sistema turístico y el comercio en general», sostuvo.
Paso a estudiantes
El cierre de la frontera, desde marzo de 2020 cuando se decretó la pandemia de COVID-19 en el país, significó que venezolanos que viven en Gran Sabana, pero estudian en Pacaraima, no pudieran asistir a clases cuando en Brasil retomaron la asistencia.
Hasta 2019, se estimó que 1200 niños, niñas y adolescentes de Gran Sabana cursaban estudios en Pacaraima. Ese año también cerraron la frontera para impedir el ingreso de la ayuda humanitaria. Padres y representantes debieron organizarse para que sus hijos no perdieran clases.
En el caso de los comerciantes, la reapertura de la frontera es un impulso económico, ya que la principal fuente de distribución proviene de Brasil. La economía en Santa Elena de Uairén se maneja principalmente con moneda brasilera.
Fuente Crónica Uno