Este miércoles 23 de marzo, el ministro de Interior de Polonia, Mariusz Kaminski, informó que fue desmantelada “la red de los servicios especiales rusos”, por lo que 45 “espías que se hacían pasar por diplomáticos” serán expulsados del país.
La información fue compartida por el ministro polaco a través de su cuenta en la red social Twitter.
Por su parte, el embajador ruso en Polonia, Serguéi Andreev, confirmó las expulsiones a la prensa y dijo que las personas saldrán del país en un plazo máximo de cinco días.
El responsable afirmó que las acusaciones de espionaje, presentadas en lenguaje diplomático como «actividades no compatibles con su estatuto diplomático», no tenían «fundamento» y anunció que Rusia se reservaba el derecho a tomar medidas recíprocas.
Las relaciones entre los dos países se mantienen, dijo el diplomático. «Las embajadas permanecen, los embajadores permanecen», reiteró.