Miles de peregrinos cristianos participaron en las celebraciones del Domingo de Ramos en Jerusalén, que marca el inicio de la Semana Santa.
La festividad se produce este año mientras los turistas regresan a Tierra Santa después de dos años de no poder hacerlo a causa de la pandemia de coronavirus. También se lleva a cabo en momentos en los que las tensiones entre israelíes y palestinos van al alza en medio de una serie de ataques de palestinos en Israel que han provocado redadas militares en la ocupada Cisjordania.
Los fieles llevaban hojas de palma y ramas de olivo mientras marchaban de la cima del Monte de los Olivos a la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El Domingo de Ramos conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén y marca el inicio de la semana más solemne de la Iglesia, que incluye el Viernes Santo en el que se recrea la crucifixión y muerte de Jesús y su resurrección en la Pascua.
La procesión se dirigió desde el Monte de los Olivos, pasando por el Huerto de Getsemaní, donde, según la tradición bíblica, Jesús fue traicionado, hasta llegar a las callejuelas de la Ciudad Vieja. AP