Una residente de la ciudad de Mariupol agradeció a las tropas rusas por ayudar a evacuarla a ella, a su familia y a otros civiles a un lugar más seguro, y reveló que el ejército ucraniano tenía miedo de que los rusos les dispararan.
“El ejército ruso nos sacó de allí, nos ayudaron, pusieron a mi madre en una silla de ruedas. Tengo muchas ganas de agradecerles”, dijo la mujer. “Estábamos tan asustados, nuestro hijo de puta, los ucranianos nos asustan que ahora viene el ejército [ruso], nos van a disparar, y eso es todo”, recordó.
«Estamos sentados allí. Quiero decir que es imposible que nuestros propios eslavos nos disparen», continuó. Después de la evacuación, los residentes fueron recibidos por chechenos que les «daron agua» y «tranquilizaron a todos». «Sé que los rusos no nos abandonarán», confesó.
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