Más de mil personas entre niños, ancianos y personas en situación de calle, son atendidos semanalmente en los comedores de ancianos que funcionan en las parroquias de la Diócesis de Carora. El personal de Cáritas es responsable de ubicar a los colaboradores que hacen posible esta obra de misericordia.
Desde muy tempranas horas de la mañana de los días viernes y sábado, se puede notar cómo abuelos, menores de edad y personas en condición de indigencia, acuden a las parroquias Catedral San Juan Bautista, Nuestra Señora del Carmen, Beata María de San José, Inmaculada Concepción, San José de Calicanto, Divina Pastora, Sagrada Familia, Santiago y Santa Ana de Rio Tocuyo, Nuestra Señora de Altagracia y Santo Domingo de Guzmán de Curarigua.
También al Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Aregue tres veces a la semana, gracias al aporte de fundaciones internacionales y colaboradores de la zona.
Durante los días más complicados de la pandemia por la Covid-19, y aún en los momentos de mayor constricción económica, estos comedores populares han mantenido en pie en esta obra social.
El Pbro. Ramón Barrios, director de Cáritas Diocesana de la Diócesis de Carora, informó que las ollas solidarias y las visitas a enfermos en los hospitales, y a privados de libertad en los centros de retención, también son ayudas que provienen de la iniciativa de Cáritas, con participación de otros movimientos de apostolado seglar.
“Además de entregar comida, buscamos que se sientan acompañados, asistidos. En oportunidades también se realizan jornadas médicas y de peluquería, cada parroquia organiza las actividades que requieran los más necesitados de nuestra comunidades”.
Programas sociales
Algunas parroquias, como Nuestra Señora del Carmen, de Carora, ejecutan programas sociales como: “Ángeles de la Calle”, atendiendo un aproximado de 250 niños de los sectores más vulnerables que integran esta parroquia.
Otro de los programas es el de “los hermanos en situación de calle”, atendiendo a los indigentes que se alojan en las plazas y calles de Carora.
Los privados de libertad también son atendidos una vez al mes con el programa “Hermanos Privados de Libertad”, abordando el Centro de Coordinación Policial del municipio Torres y el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC).
Finalmente, esta misma parroquia tiende su mano amiga a varias familias de la comunidad parroquial, a través de la cesta solidaria. Esta acción se realiza con la ayuda de la feligresía, quienes aportan un artículo de la cesta alimentaria; de las ofrendas, y de un aporte de 24 bolsas de Caritas Diocesana.
Con información y foto de Diócesis de Carora