Enmanuel De Sousa.- Irse a una presunta fiesta le pasó factura a Alexander Yoilbert Ramos Vargas la noche del sábado cuando fue asesinado de varios impactos de bala en el barrio El Trompillo, parte alta.
La víctima, según la versión de los familiares, se había ido con un amigo en un vehículo Malibú color beige y no supieron de él hasta que les dieron una versión diferente a lo que en realidad había pasado.
La llamada que recibió la madre del chamo de 21 años, fue para decirle que había recibido sólo un disparo en la pierna pero cuando fueron a verificarlo no podían creer lo sucedido.
El joven se encontraba en morgue sin signos vitales cuando su hermana acompañó a su madre a verlo, el desconsuelo fue grande para las dos al enterarse que había fallecido.
Alexander Yoilbert presuntamente se encontraba en el sitio cuando un motorizado pasó junto a un parrillero y lo baleó.
El chamo habría decidido montarse en el carro y, según contaron sus familiares apenas pudo rodar unos 2 kilómetros, al lugar donde fue asesinado.
Los familiares aseguraron que el chamo no tenía entradas policiales y no se metía con nadie, ya que “era un joven sano de su casa”.
Alegaron también que siempre se la pasaba trabajando en su casa de barbero y que no había tenido problemas en los últimos días como para merecer el destino fatal que recibió.
La víctima deja dos hijos, que siempre buscaba los fines de semana desde casa de su esposa, un varón de 2 años y una hembra de 4.
Las versiones de emergencias aseguran que el joven fue llevado tiroteado por su “primo” en un vehículo particular, con heridas por arma de fuego.