Reinaldo Gómez.- Una situación de verdadera gravedad y preocupación está significando para los conductores -o para los propietarios de vehículos- la severa escasez de gasolina que se ha vivido en Venezuela en las últimas cuatro semanas, y de manera especial en el estado Lara, en donde se tiene entendido que la propia gobernadora de esta entidad federal, Carmen Meléndez, emitió un decreto que establece que a los vehículos únicamente se les podrá dotar de 30 litros del combustible en cada servicio.
Por supuesto que, como ya antes se indicó, esta situación afecta a todos los conductores, pero, de manera especial, afecta a los propietarios o conductores de vehículos de alquiler, llámense buses o busetas, o carritos por puesto.
Así, ayer sábado, este diario se trasladó hasta el Terminal de Pasajeros de esta ciudad, en donde se oyeron historias diversas de entre las personas que allí hacen vida habitual, a cual de ellas más emotiva.
Cuatro días
Anderson Scott dijo ser conductor de carritos por puesto de la Unión de Conductores 23 de Enero, quien viaja normalmente desde la capital larense a Coro, estado Falcón, o a Maracaibo, estado Zulia, y explicó :
-Mire: Hoy (ayer), fue que pude venir a cargar, por cuanto estuve varado durante cuatro días continuos buscando una estación de gasolina que me pudiera surtir.
-Y arrancaré incluso, con el riesgo de quedarme en el camino, porque voy a viajar es con algo de gasolina que me prestaron unos compañeros de trabajo.
¿Cuántos litros absorbe su tanque?
-Se llena con 90 litros, pero, le repito, voy a arrancar fallo de combustible, aún corriendo ese riesgo.
Un pasajero
Gustavo Méndez es un maracucho que reside en su ciudad natal, quien ayer andaba con un ánimo de ‘mírame y no me toques’, debido, precisamente, a que, según narró él mismo, desde el pasado martes de esta misma semana, viajó por avión a Caracas, con la idea de hacer una diligencia el miércoles, y estar de regreso en la capital zuliana a más tardar el jueves.
-Pero, hoy (ayer), tres días después, todavía estoy en Barquisimeto, y aún no sé si voy a poder regresar hoy (ayer) mismo a Maracaibo, con todos los gastos que ello me ha acarreado en alojamiento y en comida.
Un médico
Pero la gran “odisea”, por llamarla de alguna manera, ha sido la de Andrés Maldonado, médico trujillano, quien cuenta que viajó por tierra de Trujillo a Puerto Ordaz, estado Bolívar, el martes pasado, pero con escala en Maracay, estado Aragua. Llegó a la capital aragüeña y, el mismo miércoles, hizo sus diligencias, tras lo cual compró boleto de regreso a Trujillo, con escala en Barquisimeto, “pero resulta que, entonces, no había gasolina allá en Maracay, y debimos esperar dos días enteros. Luego, arrancamos anoche (antenoche), y aquí estoy, en Barquisimeto, todavía esperando”.
-Por todo eso, he debido gastar como un millón de bolívares en comida y hotel.