Anderson Piña Pereira.- Desde un tiempo para acá vivir en Venezuela es sinónimo de cola, porque lamentablemente hay que hacer cola para todo. Desde equipar gasolina, hasta para comprar un pan canilla.
En esa realidad se encuentra Coromoto Lucena, quien es una dama de la tercera edad, pero que en vista de la grave crisis de combustible que azota al país, tuvo que al igual que centenares de larenses, madrugar para hacer la larguísima cola en la Av. Bracamonte con Venezuela para lograr surtir su carro de combustible.
Lucena cuenta a EL INFORMADOR, que en la cola ya tiene cerca de tres horas, y en ese período ha tenido que aguantar las ganas de orinar, porque simplemente no hay un espacio dónde poder hacer sus necesidades.
“He tenido que dejar de trabajar, de hacer diligencias personales, y ahora hasta las ganas de hacer mis necesidades fisiológicas, porque simplemente el capricho de quienes nos gobiernan, es que nos la pasemos haciendo cola para todo. Aquí puedo tener el cólon infartado y quizás yo no lo sepa, y así como estoy yo, pueden estar otras personas”, sentencia.
Ramón Gómez, quien ya tiene 67 años de edad y además es comerciante, afirma que ahora sólo trabaja en las mañanas y las veces que puede. “Soy comerciante y por lo general tengo que recorrer largos tramos para llevar la mercancía, pero con la escasez de gasolina, ahora trabajo los días que puedo”.
Humberto Gil es otro afectado, quien a sus 71 años condena enérgicamente tener que hacer cola para surtir gasolina en un país petrolero.
“Días atrás hice la cola para cobrar la pensión, por mi condición de discapacidad no duré tanto en el banco, pero en esta cola de la avenida Vargas con calle 21, ya tengo más de dos horas y aún no he podido equipar”.
Testimonios como esos son repetidos una y otra vez en las diferentes colas para surtir gasolina en Barquisimeto.
Pero no solamente las personas adultas se ven afectadas por estar aguantando las ganas de orinar, sino también aquellas que presenten obstrucciones o infecciones van a orinar mucho más, explica el especialista en urología doctor Marcial Daza.
Además sostiene que quienes tengan buen funcionamiento de la próstata no van a tener incidencia, mientras que en el caso de las mujeres los riesgos serían diferentes, siempre y cuando registre un antecedente patológico.