“Se pudieron haber adversado sus modos y sus procederes, pero no se puede negar que, en el desarrollo de sus vitales cien años de existencia, Carlos Andrés Pérez actuó y se comportó siempre como un demócrata excepcional”.
Las anteriores fueron algunas de las expresiones vertidas por el periodista Alfredo Álvarez al hablar como orador de orden en acto realizado en “La Pochocha”, la casa central de Acción Democrática (AD-Ramos Allup).
Se trató del evento allí programado con ocasión de cumplirse los cien años del natalicio del fallecido ex presidente venezolano.
-Y ello fue así –prosiguió Álvarez— aún en la peor de las circunstancias, cuando una confabulación de náufragos, motivados por el odio y la venganza artera, le cerró el paso a las buenas intenciones de su segundo gobierno.
Entre otras aseveraciones en el transcurso de su discurso, y ubicándose ya en el presente, Álvarez manifestó:
–Hay actualmente un desencanto y un alejamiento por la política y por sus actores fundamentales, un evento que le da entrada y oxígeno al discurso corrosivo de la antipolítica y a las formas marcadas por un populismo extremo.
–Hay un deterioro absoluto en nuestras condiciones de vida al extremo de calamidad, por lo que, para muchos de los nuestros, comer de la basura es un logro diario, y morir de mengua en un hospital por falta de medicinas es un hecho banal y cotidiano.
Agujero negro
–Las cifras que dan cuenta de la salud económica de Venezuela –recalcó– son un agujero negro.
–Somos algo menos que menesterosos. La pobreza de solemnidad es un estatus que abandonamos hace rato para sumergirnos en la profundidad de la mitológica gloria de la revolución bolivariana.
–Hoy en día no somos pobres: Somos miserables.
Y ubicándose en el tiempo de CAP, Álvarez expresó que “frente a ese clima de odio, de venganza y de retaliaciones, Pérez se presentó como un hombre provisto de una gran generosidad, sin odios y sin rencores, y ajeno a toda pequeñez”.
–Quedó reivindicado como un demócrata integral, al entregarse sin condiciones ante la justicia, aunque no existía posibilidad alguna de que se le hiciese justicia.
Reinaldo Gómez
Fotos: Ángel Zambrano