Nunca le perdones la vida a un campeón. Así reza un refrán usado en el argot deportivo y eso ocurrió en el encuentro entre Inglaterra y Francia.
Con la opulencia de un monarca, Francia sometió el sábado 10 de diciembre 2-1 a Inglaterra y tomó envión para revalidar el título.
El cabezazo del delantero Olivier Giroud a los 78 minutos inclinó la balanza a favor de la oncena gala en un duelo de cuartos de final cargado de tensión.
Tras haber convertido un penal para el empate provisorio en el arranque del segundo tiempo, Harry Kane mandó a las nubes otro, a seis minutos del final, que hubiera nivelado el encuentro en el estadio Al Bayt.
Francia se adelantó con un derechazo desde fuera del área del volante Aurealian Tchouameni a los 17 minutos.
El capitán Kane logró la igualdad transitoria a los 54. Con este tanto, alcanzó los 53 goles con su selección, igualando el récord a manos de Wayne Rooney como máximo artillero de los Tres Leones
Les Bleus jugarán la semifinal el miércoles ante la sorprendente Marruecos, que más temprano despachó 1-0 a Portugal.
Se trata de la primera vez que un defensor del título mundial supera los cuartos de final en este siglo.
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