El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cerró las puertas a las negociaciones que mantenía con la oposición, descartó adelantar los comicios previstos para 2021, y cargó contra EE.UU. por sancionar a funcionarios de su Gobierno.
Ortega, quien encabezó un acto en conmemoración de los 40 años de la revolución que derrocó la dictadura de los Somoza en Nicaragua, dijo en su discurso que mantendrá un diálogo con campesinos, artesanos, pequeños productores, obreros y «con aquellos que están dispuestos a trabajar por la paz y el desarrollo económico».
«Ese es el único diálogo que tiene cabida y sentido en las actuales circunstancias que vive Nicaragua», sostuvo, según reseña Noticias 24
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que es la contraparte del Ejecutivo en una mesa de negociación con la que esperan superar la crisis que estalló en abril de 2018 y suspendida desde mayo pasado, propuso reiniciar el próximo 31 de julio las conversaciones, conforme lo dispuesto por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La Asamblea General de la OEA resolvió, en junio pasado, que el Gobierno y la oposición reiniciaran unas negociaciones «de buena fe» para encontrar una salida a la crisis que ha dejado cientos de muertos en 15 meses, y dio un plazo de 75 días para analizar la situación de Nicaragua.
Asimismo, Ortega descartó adelantar las elecciones nacionales, a como exige la oposición, a los que instó a prepararse para noviembre de 2021.
«Si adelantamos las elecciones, ¿qué quieren? ¿qué los barramos y después salgan diciendo que les robamos?», preguntó el mandatario, ante decenas de miles de sus simpatizantes que se congregaron en la Plaza de la Fe Juan Pablo II, una explanada ubicada a orillas del lago de Managua.
Dijo que el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se encuentra «preparado para ganar esas elecciones» y adelantó que promoverán reformas a la Ley Electoral «para que aquí nadie se venga a quejarse después de que le robamos».