AP– A falta de exactamente un año para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio, los organizaciones conmemoraron la fecha el miércoles presentando las medallas de oro, plata y bronce de la competición.
Miles de políticos, patrocinadores y aficionados atestaron un enorme centro de exposiciones en el centro de Tokio para un evento con discursos, actuaciones musicales y de danza que celebrar la cuenta regresiva definitiva.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, hizo una breve aparición para dar la bienvenida a los asistentes. Y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, repitió lo que ya había dicho en otras partes del mundo.
«Puedo decir verdaderamente que nunca he visto una ciudad olímpica tan preparada como Tokio a falta de un año para los Juegos Olímpicos”, señaló Bach.
Pese a los discursos y los gestos teatrales, el foco estuvo sobre las medallas, obra del diseñador japonés Junichi Kawanishi.
Kawanishi escribió que las preseas “recuerdan a las piedras en bruto que han sido pulidas y que ahora brillan con luz y esplendor”.
En la parte delantera llevan el emblema de la cita olímpica de Tokio, mientras que la diosa griega de la victoria ocupa el dorso.
Antes en el día, Bach, que ganó un oro en esgrima en Montreal 1976, participó en una exhibición de esgrima con un estudiante de secundaria, en otro acto para llamar la atención sobre la cuenta atrás para la cita. Los Juegos se celebrarán entre el 24 y de julio y el 9 de agosto de 2020.
Tokio invertirá alrededor de 20.000 millones de dólares para preparar la ciudad para el evento, aunque la cifra exacta del gasto olímpico está en cuestión y es difícil de rastrear. Cinco de las ocho nuevas sedes ya están finalizadas y está previsto que la más importante, el Estadio Nacional, que contó con un presupuesto de 1.250 millones de dólares, se inaugure a finales de año.
La demanda de boletos de residentes en el país parece estar al menos 10 veces por encima de la oferta y las peticiones desde el extranjero también van al alza. La cita seguramente pondrá a prueba una reciente ley nacional que prohíbe la reventa no autorizada de tickets, por sus evidentes lagunas.
Los organizadores también se están preparando para el clima del verano en la capital nipona, que normalmente es caluroso, aunque este año está dejando lluvias y frío. El tránsito y los atascos en el metro son otra de las preocupaciones, como también la preparación para terremotos.
Yoshiro Mori, presidente del comité organizador, dijo que el emperador Naruhito aceptó el rol de «patrón honorario» de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Se espera que sea él quien anuncie la apertura de ambas citas deportivas.
A la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, se le pidió hace unos días que justificase el gasto millonario en los Juegos. Los organizadores han estado bajo presión para recudir costos, y dijeron que ahorraron miles de millones al utilizar recintos existentes. Para Tokio se levantaron ocho sedes, frente a las 35 “temporales” o antiguas.
Koike describió los Juegos Olímpicos y Paralímpicos como un «acelerador» para que se hagan las cosas, aunque las investigaciones muestran que el plazo olímpico aumentó los costos. Y Tokio es conocido por construir cosas, con o sin los JJ.OO.
«Me gustaría que el legado de los Juegos de 2020 sea algo más intangible, una nueva forma de pensar para la gente y para la sociedad”, declaró la gobernadora. Koike apuntó que los Paralímpicos, que arrancarán el 25 de Agosto, son un «trampolín” para hacer que la ciudad sea más accesible a los discapacitados.
Un grupo de activistas contrarios a la cita, muchos de ellos de fuera de Japón, han celebrado pequeñas protestas y otros actos durante los últimos días bajo el lema «Hangorin no Kai”, que en japonés querría decir “No Juegos Olímpicos”. Se oponen al gasto olímpico porque, según dicen, recorta el presupuesto para vivienda local y medio ambiente, entre otras partidas.
Además, piden más dinero para reconstruir la prefectura de Fukushima, ubicada al noreste de Tokio. Los organizadores dijeron que ese es un punto clave para los Juegos, y acogerá las competencias de béisbol, softball y fútbol para convencer al mundo de que la zona es segura.
La organización de Tokio 2020 batió récords de patrocinios locales, que superaron los 3.000 millones de dólares, unas tres veces más que en cualquier edición previa. Gran parte de los fondos fueron recaudados por el gigante publicitario local Dentsu Inc.
Pero también ha habido contratiempos y escándalos.
Tsunekazu Takeda, presidente del Comité Olímpico de Japón, se vio obligado a dimitir a principios de año tras verse implicado en una trama de compra de votos para conseguir la organización de los Juegos. Takeda ha negado haber cometido delito alguno, pero reconoció que autorizó una partida de alrededor de dos millones de dólares que, según investigadores franceses, se destinaron a la compra de votos.
Los anteriores Juegos, celebrados en Río de Janeiro en 2016, estuvieron relacionados con un complot similar.
Tokio 2020 tuvo que rediseñar su logo luego de acusaciones de plagio sobre el diseño inicial, y un sindicato internacional denunció violaciones de las normas de seguridad en el trabajo en las sedes olímpicas, sobre todo en lo relativo al trabajo de migrantes.
El diseño futurista de la fallecida arquitecta británica Zaha Hadid para el nuevo estadio olímpico fue aparcado cuando los costos de la obra alcanzaron los 2.000 millones de dólares. En su lugar se eligió al arquitecto japonés Kengo Kuma con un proyecto que gira en torno a las celosías de madera y la vegetación.