Agentes de la sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica detuvieron hoy al exgobernador venezolano Eduardo Manuitt, señalado por los delitos de privación de libertad, amenazas, coacción y tortura.
En conferencia de prensa, el director del OIJ, Wálter Espinoza, apuntó que junto al exgobernador del estado venezolano de Guárico entre 2000 y 2008 y exdiputado entre 1994 y 1999, fueron arrestados también su hijo Carlos Manuitt Morao y su hermano Alberto Martínez Camero, así como los costarricenses José Francisco Villalobos y Juan Aguilar.
Refirió que la investigación comenzó en abril pasado, luego que los apresados colocaran una denuncia ante el OIJ por presunto robo de cinco cabezas de ganado en el sector de Coronado.
La indagación agrega que horas después de ser víctimas de ese presunto robo de ganado, los extranjeros entraron a fincas aledañas, donde amenazaron con armas de fuego a sus propietarios, de nacionalidad costarricense, para sacarles información.
‘Hay reportes de que algunas de las personas ofendidas estuvieron retenidas durante quince, seis, y tres horas, siendo torturados y amenazados con armas’, señaló Espinoza.
De acuerdo con las autoridades judiciales, durante los allanamientos efectuados en Escazú, Santa Ana y Coronado, todos en San José, fueron decomisados armas de fuego, cuatro vehículos y documentos vinculados con el delito denunciado por ellos mismos al OIJ, así como un pasaporte de El Salvador, aparentemente falso, a nombre del exgobernador venezolano.
El gobierno Bolivariano de Venezuela considera a Eduardo Manuitt prófugo de la justicia de ese país, tras comprobarse el robo de los fondos destinados a Guárico durante su gestión.
Hijos de Manuitt estuvieron presentes en la toma violenta de la Embajada venezolana en San José, Costa Rica
Es de recordar que la señora Maria Faría, después de haber sido designada al cargo de embajadora por el autoproclamado Juan Guaidó, el 29 de enero, aprovechó la ausencia de personal en la legación diplomática venezolana en San José para entrar en la madrugada del 20 de febrero, al inmueble junto a un grupo de ‘colaboradores’.
En la imagen se encuentran dos de los hijos del exgobernador Manuitt con la embajadora designada por el autoproclamado Juan Guaidó en la noche del asalto violento a la sede diplomática venezolana en San José, Costa Rica
«En el cumplimento de las funciones diplomáticas, asignadas por el presidente Guaidó y reconocidas por el Gobierno de Costa Rica, asumimos el control de la sede administrativa de la embajada de Venezuela en San José. Pendientes», publicó Faría en su cuenta de Twitter.
Cuando se llevó a cabo la toma violenta de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, ubicada en San José de Costa Rica, la legación venezolana en Costa Rica denunció, en su cuenta oficial de Twitter, amenazas y actos de amedrentamiento de varios ciudadanos venezolanos, en condición de refugiados, entre ellos dos hijos del opositor Eduardo Manuitt, exgobernador del estado de Guárico (1999-2008).
«Presidente Carlos Alvarado, denunciamos que hemos sido amedrentados y amenazados por estos dos ciudadanos venezolanos en condición de refugio en Costa Rica, responsabilizamos a estas personas de cualquier cosa que le pase a los funcionarios y sus familiares», sostuvo la embajada de Venezuela en su cuenta de Twitter, en ese momento.
A raíz de esos hechos en el mes de febrero de 2019, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica dio a conocer un comunicado en el cual, deploró el «inaceptable ingreso» a la sede de la embajada de Venezuela en esa nación centroamericana de enviados diplomáticos nombrados por el líder opositor venezolano Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado de ese país sudamericano.
«Para el Gobierno de Costa Rica tal procedimiento es inaceptable pues lesiona elementales normas diplomáticas de respeto y confianza de las relaciones en la comunidad internacional, y sobre todo, del derecho internacional», señala una nota oficial emitida desde la Casa Amarilla, sede de la cancillería costarricense.
El Ministerio de Exteriores expresó su «enérgico rechazo» a la actuación de María Faría, nombrada por Guaidó y reconocida por el Gobierno de Carlos Alvarado, porque no respetó el plazo de 60 días dado por Costa Rica a los diplomáticos nombrados por el Gobierno de Nicolás Maduro para abandonar el país.
Después de este comunicado de la Cancillería costarricense, la embajadora de Guaidó y sus ‘colaboradores’ tuvieron que desalojar la sede diplomática y respetar lo acordado entre el Gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro y el Gobierno costarricense, en torno al plazo para el retiro de la legación venezolana del país.
F/Prensa Latina y CO