Mi hipótesis: en este contexto, la Primaria es un mecanismo idóneo para que los actores políticos paguen (del verbo pagar) el costo de legitimidad que les corresponda a cada uno. ¡Se trata del costo de legitimidad!
Voy a tomar como contexto el devenir político desde 2018 hasta el presente. ¿Por qué lo hago? Porque desde 2018 hay crisis de legitimidad en el país.
En 2018, los actores de la otrora MUD llamaron a boicot electoral y no apoyaron las campañas de Henri Falcón y Javier Bertucci quienes, a su vez, desconocieron los resultados electorales por razones asociadas a la falta de cumplimiento de protocolos institucionales del CNE y excesos (por decir lo menos) el día de las elecciones de parte del Partido Socialista Unido de Venezuela.
De allí en adelante, los factores de oposición se dividen entre quienes pedían sanciones y quienes pedían negociación.
Con indiferencia de que estemos de acuerdo con cualquiera de las opciones, incluso si las vemos complementarias, el contexto es el mismo: crisis de legitimidad.
El reconocimiento de las potencias occidentales a Juan Guaidó en 2019, tiene que ver con la posibilidad de atizar la crisis de legitimidad surgida en 2018.
Allí nace el otro componente de la crisis: ya no sólo podía cuestionarse al señor Maduro, también podía cuestionarse al señor Guaidó. En buena medida el cuestionamiento de legitimidad hacia el segundo señor, favoreció las expectativas de permanencia en el poder del primer señor, agravando mucho mas la crisis de legitimidad que ha sumido en el caos a todos los venezolanos.
Así las cosas, la primaria permite involucrar a quienes hemos pagado las consecuencias de las aspiraciones de poder de los dos señores y sus acompañantes. Es decir, permite que todos (se lee todos) podamos hacer pagar el costo de legitimidad que corresponda a cada uno de los aspirantes a representar a los venezolanos que queremos cambio político.
En definitiva, todos tienen costos que pagar y para reconectar con la ciudadanía tienen que estar dispuestos a pagar el costo de legitimidad que exige el contexto venezolano.
Por otro lado, pagar el costo de legitimidad no implica que la ecuación está resuelta frente al chavismo, pero resuelve la representatividad que necesitan los actores políticos para encararla.
Terminaré diciendo: entre la vida y la política, prioriza siempre en la primera. Pero si de la segunda se trata, prioriza en las expectativas de la gente.
Politólogo
@doriam_gon
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