Este 28-Feb, usuarios a través de las redes sociales hicieron llegar un material audiovisual a este medio de comunicación, donde se aprecia a un hombre quitar el espejo retrovisor de un vehículo, el cual estaba estacionado en la calle 23 carreras 24 y 25 del centro de Barquisimeto, estado Lara.
Según el denunciante, quien prefirió mantenerse en el anonimato, el hecho ocurrió este 27-Feb, y aunque no señaló la hora exacta del suceso, indicó que esto ocurre con frecuencia en el lugar.
En el vídeo, proveniente de un cámara de seguridad, se observa como el hombre, de quien se desconoce la identidad, camina por la acera y al llegar a donde esta estacionado el vehículo, quita el espejo retrovisor con facilidad y procede a guardarlo en la bolsa que lleva en su mano izquierda, para continuar su camino.
El hurto de los espejos retrovisores es una actividad que aunque no es nueva, esta tomando auge en el centro de Barquisimeto, pues muchas son las personas que dejan estacionados sus vehículos en plena vía pública para proceder a realizar sus compras, siendo un blanco fácil para aquellos con habilidades de hurto.
Se conoció que dependiendo de los módelos y marcas, algunos pueden llegar a costar unos 100 dólares en promedio, por lo que algunos pueden ver en estos «dinero fácil».
Otros hurtos en el centro de Barquisimeto
Sin embargo, esta no es la única amenaza que acecha a los barquisimetanos, pues en los comercios e incluso unidades de transporte se han reportado la presencia de las conocidas ‘mecheras’, quienes se valen del más mínimo descuido de los usuarios para abrir bolsos o carteras, y extraer artículos de valor, principalmente los teléfonos.
Esto ha provocado que los diferentes denunciantes y transeúntes consultados por este medio de comunicación expresen que el panorama actual, en el que se aprecia un incremento de la comisión de delitos en la entidad, pareciera no ser tomada en serio por los organismos de seguridad.
Detallaron que los uniformados solo se aprecian en la avenida 20 y la zona este de Barquisimeto, asegurándo que el resto de la ciudad permanece sin funcionarios, lo que provoca un «escenario perfecto» para que los delincuentes ejerzan libremente sus fechorías.
Naikarys Cordero