El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó el lunes que México es más seguro que Estados Unidos, una semana después de que dos ciudadanos estadounidenses fueran asesinados y otros dos secuestrados fueran, posteriormente, rescatados en la ciudad fronteriza de Matamoros.
López Obrador dijo que las advertencias de viaje de Estados Unidos y los informes de violencia en México eran resultado de una conspiración de políticos conservadores y medios de comunicación estadounidenses para desprestigiar su administración.
A pesar de las garantías del gobernante de que México era seguro para viajar, el FBI confirmó la semana pasada que otras tres mujeres de la pequeña localidad de Peñitas, en Texas, están desaparecidas en México desde finales de febrero.
“Es más seguro México que Estados Unidos”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina. “No hay ningún problema para viajar por México con seguridad”.
La tasa de homicidios a nivel nacional en México es de unos 28 por cada 100.000 habitantes. En comparación con la tasa de homicidios de Estados Unidos, que está alrededor de 7 por cada 100.000, es cuatro veces más alta.
El mandatario restó importancia a la continua preocupación por la violencia. El Departamento de Estado de Estados Unidos mantiene recomendaciones de “no viajar” para seis de los 32 estados de México asolados por la violencia de los cárteles de la droga y advertencias de “reconsiderar viajar” para otros siete estados.
“Esta es una campaña en contra México de estos políticos conservadores en Estados Unidos que no quieren que se siga transformando el país para bien de los mexicanos”, afirmó López Obrador.
El gobernante incluyó a medios estadounidenses en la supuesta conspiración, a los que “esos políticos conservadores dominan», sostuvo, y agregó que la violencia “no es una realidad” sino producto de una “pura y vil manipulación”.
Horas después, López Obrador sostuvo un encuentro en el palacio presidencial con una delegación bipartidista del Congreso de Estados Unidos, encabezada por el congresista republicano Jason Smith y el embajador estadounidense Ken Salazar.
En la reunión, se abordaron las acciones que se siguen desde México para enfrentar las cadenas internacionales de suministro de fentanilo y las relaciones comerciales entre los países, según informó el gobierno mexicano en un comunicado. La problemática del narcotráfico ha generado fricciones en los últimos días entre los dos países luego de que republicanos llamaran a utilizar el ejército de Estados Unidos para atacar los laboratorios de drogas en México.
“A veces hay inquietudes, desacuerdos, pero sabemos que estamos unidos”, dijo a la prensa Salazar a la salida del encuentro. “Somos socios Estados Unidos y México para siempre”, agregó.
AP