Enmanuel De Sousa- Jesús Alirio Sayago Apóstol falleció la noche de este viernes y se convirtió en otro prisionero que muere en extrañas condiciones al ser trasladado de la Comunidad Penitenciaria de Fénix, donde estaba recluido, su padre denuncia golpiza.
El fallecido de 26 años ingresó a la emergencia del Hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto después de que, en primera instancia, fuera sacado del recinto penal con una presunta condición diarreica aguda.
Pero una vez que fue visto por su padre, Gonzalo Sayago, sus familiares se percataron de que el joven había sido golpeado, poco después los doctores y quienes lo atendieron verificaron que tenía un “traumatismo craneoencefálico” y otras lesiones en su cuerpo.
El padre de Jesús Alirio narró a EL INFORMADOR que había conseguido el dinero para hacerle la tomografía correspondiente pero no “le dio chance y falleció”.
Sayago dijo que intentó tomarle fotos a su hijo y fue amenazado por funcionarios que vigilaban a su hijo, “Me dijo, que yo no podía hacer nada, tomar fotos de nada, que no podía revelarlo porque eso me impedía entrar a lavarlo”, agregó.
Además de contar que teme por represalias en su contra por denunciarlo, comentó que su hijo se encontraba deshidratado porque en el penal no le daban agua, “Yo lo vi en una visita de 30 minutos que me permitieron de Caracas, ellos se quedaron sorprendidos porque allá no permiten visitas de hombre a hombre”, enfatizó.
Jesús Alirio fue detenido después de estar en arresto domiciliario por posesión de droga y haber violado las condiciones, sin embargo, su padre señaló que “lo sembraron”, que incluso, el joven se presentó a un curso del ejercito en Caracas.
Al regresar a Barquisimeto, específicamente a La Carucieña, fue chequeado y aprehendido de nuevo porque seguía apareciendo en el sistema, desde ahí fue cambiado de centro de reclusión a otro, hasta que llegó el Plan Cayapa del ministerio hace unos cinco meses atrás, indicaron.
“Él fue transferido por ese plan presuntamente para beneficios de los presos, y mira el estado en el que estaba ese muchacho, estaba feliz y le dijeron que en Fénix iba a estar bien, ni siquiera nos dejaron pasarle agua ni comida, eso no es un beneficio”, comentó una allegada al joven.
Gonzalo Sayago alegó que Fénix debe hacerse responsable porque su hijo tenía rastros de una presunta golpiza y él se lo entregó a la justicia en buenas condiciones.
La muerte de Jesús se convierte en la tercera en menos de tres semanas de reos procedentes de la sede penitenciaria de Fénix, las otras dos, presuntamente se debieron a enfermedades.