El martes santo se escenifico por las calles del centro de Barquisimeto el sexto Vía Crucis organizado por grupos de la sociedad civil que luchan por los Derechos Humanos y el respeto a la Constitución Nacional que los consagra. A lo largo del recorrido y en cada estación se elevaban al cielo plegarias a favor de los sufridos y maltratados de la sociedad venezolana.
Por los jubilados. Por los maestros y por los estudiantes. Por las madres y por los niños. Por quienes pasan hambre en penuria en los barrios de Venezuela, por quienes pasan hambre y penuria como extranjeros indeseados en ciudades de otros países. Por quienes mueren por falta de medicinas, por quienes mueren en manos de la delincuencia, por quienes mueren en el Paramo de Berlin,en el Darien,en el Rio Bravo, por quienes mueren dentro y fuera de la patria buscando subsistir y solo encuentran un inmenso abismo existencial que los engulle en su vorágine de olvido y abandono.
En el Vía Crucis que recorrió el centro de la capital larense muchos hablaron, todos rezaron y todos reclamaron justicia, libertad y pan. Protagonistas importantes fueron tres damas a quienes en el Movimiento DECODE tenemos en alta estima, recogemos en este espacio dominical que nos concede El Informador sus palabras;
YONAIDE SANCHEZ
«No morará en mi casa quien comete fraude. El que habla mentiras, no se afirmará delante de mis ojos». Salmo 101.7. Así como llevó Jesús en su torturada espalda el sacrificio de la cruz, así el pueblo venezolano padece la cruz de la Gran Corrupción. Esta es la lucha de los justos contra quienes cometen el pecado de la corrupción, y agreden la vida de todos y de cada quien. Un pecado que ha paralizado la producción nacional y la ha sustituido por economías sumergidas, negras, ilícitas, saqueando las riquezas que debían estar al servicio de los venezolanos y confiscando el salario y la seguridad social y laboral. No es el bloqueo, es el saqueo. Un pecado que ha vaciado los centros de salud llevándose a muchos que aún deberían estar entre nosotros, y reducido a su mínima expresión escuelas, liceos y universidades que mantienen sus aulas abiertas solo porque nuestra gente se resiste a abandonarlas. Esa corrupción que mata, que ha servido de hambre las mesas de los venezolanos y expulsado a más de 7 millones de compatriotas, separando a las familias y llenando de soledad los hogares. Jesús, mantennos piadosos y fuertes, sostennos cuando estemos cansados, déjanos conocer tu promesa de que «se levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:29-31). Es un tiempo oscuro en el que necesitamos levantar nuestra voz y defender los derechos de nosotros y de todos los otros, aún de los que quieren que callemos, aún de aquellos que hoy nos persiguen y mañana pedirán justicia para sí intentando justificar lo injustificable. Sin justicia no habrá reconciliación, reparación ni paz, no habrá confianza ni progreso, no habrá consuelo ni perdón. Por eso, decimos hoy: «No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios, que tienen en sus manos la infamia y su diestra repleta de soborno… Mi pie ha andado en rectitud”. Salmo 26,10. Amado Jesús, que nos inspire cada día el sueno de la Venezuela íntegra y honesta que todos merecemos y cuya luz veremos. Amén.
LUZMILA LEAL
JESUS ENCUENTRA A MARIA , SU MADRE
«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena» (Jn 19,25).
Una escena cargada de dolor, y a la vez consuelo, es inexplicable.
A María, la acompañó siempre a lo largo de su vida, la imagen de dolor, pero lejos de inmovilizarla, la movió a actuar a amar y servir.
Actualmente , María nuestra Madre se hace presente , en casa una de las madres ejes de familia, mujeres familiares de privados de libertad , de enfermos hospitalizados en nuestros de centros de salud carentes de tantos insumos , madres , abuelas de niños abandonados por el éxodo migratorio en magnitudes jamás visto .
Que llevamos el consuelo a pesar del corazón contrito .
Los médicos , nos unimos a esta realidad , en medio de tanta injusticia y resignación , sin embargo no queremos desfallecer sino que Te pedimos que nuestras acciones y las de cada Madre estén iluminadas, guiadas y orientadas con su ejemplo de entrega, valentía, defensa y consuelo a los más necesitados
YUYITA DE CHIOSONE
Recibimos a Cristo camino a la crucifixión frente a nuestra casa, el Teatro Juárez, casa de la música, de las artes, de distintos actos culturales que enaltecen nuestra idiosincrasia larense, Lo recibimos junto a su madre, nuestra madre La Divina Pastora, quien nos educó en el amor a la Pequeña Mavare, al Cardenales de Lara, a las serenatas, al Obelisco y el Crepúsculo.
Domos un pueblo amante de la cultura y sus tradiciones y con todo y el dolor de ausencias y heridas en el alma que sobrellevamos mantenemos la fe en la resurrección de los seres y costumbres que amamos. Los venezolanos somos un pueblo peregrino que nació de la conjunción ecuménica de todas las razas de la tierra que llegaron a nosotros atravesando montañas y mares para hacernos nación universal donde todos debemos andar por el mismo camino de paz hacia la reconciliación. Oremos juntos para que este Vía Crucis que sufrimos nos lleve a la luz de la resurrección y podamos cantar el Va Pensiero de la liberación, la liberación del miedo y el resentimiento que andan de la mano haciendo estragos en nuestros corazones… Vamos a orar para que el dolor de este camino a la cruz se transforme en gloria y resurrección. Como dice un buen amigo para infundir optimismo Dios con nosotros.
Jorge Euclídes Ramírez
Fotos: Cortesía