Este miércoles 10 de abril comienza en Roma el Congreso General Extraordinario convocado por Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, para abordar la revisión de los estatutos solicitada por el Papa Francisco el pasado mes de julio.
Los trabajos se extenderán hasta el domingo y la propuesta final no será pública hasta que lo autorice el Vaticano, que podría tomarse varios meses.
La prelatura del Opus Dei ha explicado que participan 274 personas procedentes de los 68 países en los que trabaja esta institución, y que menos de un tercio, un 32%, son sacerdotes (90).
En total hay «126 mujeres (46 %) y 148 hombres (54 %)». Aseguran que la distribución refleja también la distribución por continentes, «África (6,6%), América (36%), Asia (6,2%), Europa (50%) y Oceanía (1,1%)». La más joven es una mujer de 35 años y el más anciano tiene 87 años.about:blank
Los participantes modificarán los estatutos a la luz de miles de sugerencias que fieles de la prelatura de todo el mundo han enviado durante los últimos meses.
«Las sugerencias se han estudiado en Roma, con la ayuda de expertas y expertos, para presentar propuestas concretas en el congreso», explicó el prelado del Opus Dei el pasado 30 de marzo.
Se trata de los primeros cambios desde hace cuarenta años, cuando, bajo la Constitución «Ut sit», Juan Pablo II erigió la Prelatura del Opus Dei, una institución eclesiástica regida por un prelado con su propia jurisdicción, como una diócesis, pero sin estar vinculada a un territorio determinado.
En esta nueva norma se establece que las prelaturas personales, y hasta ahora la única existente es la del Opus Dei, pasarán a depender de la Congregación del Clero y no más de la Congregación de obispos, como era hasta ahora.
De esta manera el Opus Dei no formará parte como hasta ahora de la estructura jerárquica de la Iglesia como una diócesis, sino que estará directamente controlada por el ministerio del Clero, como otras organizaciones.