La estatal petrolera venezolana PDVSA, aprobó recientemente al menos tres nuevos contratos de compra de coque de petróleo, para ampliar su lista de clientes en medio de una auditoría sobre miles de millones de dólares en facturas impagas, según documentos y fuentes cercanas al asunto.
La petrolera estatal venezolana acumuló 21.200 millones de dólares en cuentas comerciales por cobrar desde 2020, revelaron el mes pasado documentos vistos por la agencia internacional de noticias Reuter
Las cuentas por cobrar son de intermediarios poco conocidos reclutados para exportar petróleo y subproductos desde Venezuela, después de que empresas más grandes dejaran de hacer negocios con PDVSA ante las sanciones de Estados Unidos.
La revisión de cuentas ha incluido a Maroil Trading, con sede en Ginebra, propiedad del magnate naviero Wilmer Ruperti y el mayor exportador de coque de petróleo venezolano, un subproducto de la refinación de crudo, utilizado como combustible similar al carbón.
El pasado mes de septiembre, Maroil había asumido las ventas de casi todas las exportaciones de coque de petróleo de la principal terminal de PDVSA, una medida que redujo los riesgos para los compradores finales, ya que Maroil no está sometida a sanciones.
Con información de Banca y Negocios