En una final apasionante, Sevilla se consagró campeón de la Europa League por séptima vez en su historia al derrotar en los penales a la Roma en el Puskas Arena de Budapest, gracias a un penal convertido por Gonzalo Montiel en la definición desde los doce pasos que se dio tras el empate 1-1 en el tiempo regular.
El elenco andaluz confirmó su reinado en la segunda competición más importante del Viejo Continente y se quedó con el título en la tanda de penales, en la cual se impuso 4-1.
El conjunto dirigido por José Mourinho se había adelantado en el marcador tras un gol de Paulo Dybala a los 35 minutos del primer tiempo, pero a los 55, Gianluca Mancini convirtió en contra la igualdad para la escuadra española.
La intensidad del juego siguió y no dio definición durante los 90 y en el tiempo extra, llevando a este a tanda de penaltis que con una tremenda actuación de Bono detrás del arco y la sangre fría en la definición del club y culminando con el gol decisivo del argentino quien 5 meses atrás logró el mismo hito con su selección, también llevando al Sevilla a ganar su 7ma copa de su historia.
Vicente Diaz / Colaboradores
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