“El que habla en exceso y sin cordura raras veces pone en práctica lo que dice. El hombre noble nunca teme que sus palabras superen a sus obras.”
Confucio
Confucio, cuyo nombre en chino significa: “simplificado y tradicional”, fue un gran pensador y educador del periodo denominado de los “Reinos Combatientes Chinos” nacido en el año 551 a. C. murió en el año 479 a. C. Fue fundador de la doctrina filosófica conocida con el nombre de “Confusionismo”. Se tiene como representante de la ética, la civilización y la coherencia. Su fama la construyó como hombre de saber y de carácter, con gran veneración hacia las ideas y costumbres tradicionales de su país.
Propugnó el gran poder del ejemplo. Expresaba entonces:
“Los gobernantes sólo pueden ser grandes si llevan vidas ejemplares y se guían por principios morales. De esta forma, los ciudadanos, de sus estados tendrían el necesario estímulo para alcanzar la prosperidad y la felicidad.”
Teniendo conocimiento de que es mi deber, el ejercer el derecho a errar, y que en materia política soy un ignorante, quiero hacer un llamado al estamento que dirige al sector democrático tradicional, y más aún, a aquellos que dicen ser los nuevos líderes.
En los actuales momentos, en los cuales se destruye la patria en una caída de un abismo holocáustico que parece no tener fondo, es obligatorio desechar las apetencias personales y luchar a brazo partido, como lo expresa el proverbio popular, sin descanso pero con honestidad, lealtad, solidaridad y, porque no, con… “AMISTAD”.
Hay una frase que acertadamente expresa:
“Para verdades el tiempo y para sabiduría Dios.”
Estoy consciente de que no soy docto, ni analista político, pero trato de utilizar la lógica pretendiendo que la razón me guíe para actuar con sensatez.
La realidad en la cual se encuentra nuestro país ya es reconocida por organizaciones extranjeras de la mayor jerarquía y pareciera que muchos venezolanos la desconocen.
Estamos en un periodo republicano que nos obliga a actuar con unidad, resaltando los principios y valores que desde siempre nos han caracterizado y que minimizan los contrarios que nos han querido imponer, basta con hacer una retrospectiva de principios del siglo pasado y nos daremos cuenta de la templanza que tenían nuestros ancestros, los criollos y los adoptados de otros lares que llegaron al país desesperados ante la pobreza o las guerras que los aniquilaban.
Sólo quienes disfrutan las mieles del poder pueden estar contentos de la situación que destruye a una de las naciones que dispone de los mayores recursos en muchas áreas que constituyen su riqueza, los demás que los apoyan tan sólo son mendigos de las dádivas que les otorgan como desecho de lo que otros disfrutan. Por favor, perdonen si ofendo a alguien pero, esta, es mi percepción.
“Pan y circo”… al estilo del Imperio Romano.
Perentorio es… lograr la mayor unidad conocida en Venezuela.
Es imprescindible la coherencia y la pulcritud en la acción.