RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Aviones israelíes de combate atacaron objetivos en diferentes lugares de Gaza durante la noche y el domingo por la mañana, así como dos aeropuertos en Siria y una mezquita en la ocupada Cisjordania supuestamente utilizada por milicianos, mientras la guerra con Hamás iniciada hace dos semanas amenazaba con desencadenar un conflicto más amplio.
Israel ha cruzado fuego con el grupo miliciano libanés Hezbollah casi a diario desde que comenzó la guerra y las tensiones están disparadas en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel donde las fuerzas israelíes combaten con milicianos en campos de refugiados y han realizado dos ataques aéreos en los últimos días.
Hace días que Israel parece a punto de lanzar una ofensiva terrestre en Gaza como parte de su respuesta al letal ataque de Hamás el 7 de octubre. Se han acumulado tanques y decenas de miles de soldados en la frontera, y los líderes israelíes han aludido a una fase posterior no especificada en las operaciones.
El domingo se permitió la entrada de un convoy de 17 camiones con ayuda desde Egipto a Gaza, según medios estatales egipcios. Era el segundo cargamento de ayuda que llega al territorio desde que Israel impuso un asedio total hace dos semanas. El sábado pasaron 20 camiones.
Los cooperantes dijeron que no bastaba ni de lejos para abordar la creciente crisis humanitaria en Gaza, donde la mitad de los 2,3 millones de habitantes han huido de sus hogares. La agencia humanitaria de Naciones Unidas, conocida por sus siglas OCHA, dijo que el convoy que entró el sábado llevaba en torno al 4% de la media de importaciones diarias antes de la guerra la agencia humanitaria de Naciones Unidas y “una fracción de lo que se necesita tras 13 días de completo asedio”.
El ejército israelí dijo que la situación humanitaria estaba “bajo control”, mientras que OCHA, pidió que entrasen 100 camiones al día.
Israel reiteró sus peticiones de que la gente salga del norte de Gaza, lo que incluía arrojar folletos desde el aire. Añadió que unas 700.000 personas ya habían huido, aunque quedaban cientos de miles. Eso aumentaría el riesgo de enormes bajas civiles en cualquier ofensiva terrestre.
Mandos militares israelíes dicen que la infraestructura y la red de túneles de Hamás se concentran en Ciudad de Gaza, en el norte, y que la próxima fase de la ofensiva incluirá una fuerza sin precedentes allí. Israel dice que quiere aplastar a Hamás, pero miembros del gobierno han hablado de establecer una posible zona de separación para impedir que los palestinos se acerquen a la frontera.
Los hospitales desbordados de pacientes y desplazados se quedan sin suministros médicos ni combustible para sus generadores, lo que obliga a los médicos a operar con agujas de costura, con vinagre de cocina como desinfectante y sin anestesia.
La Organización Mundial de la Salud dijo que al menos 130 bebés prematuros estaban en “grave peligro” debido a la escasez de combustible para generadores. Señaló que siete hospitales en el norte de Gaza se habían visto obligado a cerrar por los daños de los ataques, falta de electricidad y suministros o las órdenes israelíes de evacuación.
La falta de suministros como respiradores obliga a los médicos a racionar el tratamiento, explicó el doctor Mohammed Qandeel, que trabaja en el hospital Nasser de Khan Younis. Docenas de pacientes seguían llegando y eran atendidos en pasillos oscuros y abarrotados porque los hospitales reservaban la electricidad a las unidades de cuidados intensivos y las incubadoras para recién nacidos.
“Es descorazonador», dijo a The Associated Press. “Cada día recibimos 10 pacientes heridos de gravedad a los que tenemos que atender con quizá tres o cinco camas disponibles de UCI».
Los palestinos refugiados en escuelas gestionadas por la ONU y campamentos de carpas tienen pocas reservas de comida y beben agua sucia. Un apagón generalizado paralizó los sistemas de agua y saneamiento. La OCHA dijo que los casos de varicela, sarna y diarrea iban en aumento debido a la falta de agua limpia.
Los ataques aéreos continuaban en diferentes zonas de Gaza, incluida la parte sur de la franja costera, donde Israel ha dicho a los civiles que se refugien. En el hospital Al Aqsa de Deir al Balah, al sur de la zona de evacuación, varios cuerpos envueltos en mortajas blancas se alineaban en el suelo ante el edificio.
Khalil al-Degran, empleado del hospital, dijo que se habían llevado más de 90 cuerpos desde el domingo por la mañana, mientras el sonido de explosiones cercanas se oía de fondo. Habían llegado 180 heridos, dijo, la mayoría niños, mujeres y ancianos desplazados de otras zonas.
El ejército israelí dijo que atacaba a miembros e instalaciones de Hamás, pero que no dirigía sus ataques contra civiles. Milicianos palestinos han lanzado unos 7.000 cohetes contra Israel, según el ejército, que según Hamás atacaron Tel Aviv el domingo por la mañana.
El ejército, dijo que Israel tenía previsto incrementar los ataques aéreos en preparación para “las siguientes fases de la guerra”.
Más de 1.400 personas han muerto en Israel en la guerra, la mayoría civiles asesinados durante el ataque inicial de Hamás. Al menos 212 personas fueron capturadas y llevadas a la fuerza a Gaza, incluidos hombres, mujeres, niños y ancianos. Dos estadounidenses fueron liberadas el viernes en lo que Hamás describió como un gesto humanitario.
Más de 4.300 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamás. Eso incluye la cifra disputada de víctimas por una explosión en un hospital.
Por su parte, medios sirios indicaron que los ataques aéreos israelíes habían golpeado aeropuertos internacionales en la capital, Damasco, y en la ciudad norteña de Alepo. Los bombardeos mataron a una persona e inutilizaron las pistas de aterrizaje.
Israel ha realizado varios ataques aéreos en Siria, en ocasiones contra aeropuertos, desde que comenzó la guerra. Israel no suele reconocer los ataques concretos, aunque dice actuar para impedir que Hezbollah y otros grupos armados lleven armas de su patrocinador, Irán, que también respalda a Hamás.
En Líbano, Hezbollah dijo que seis de sus combatientes murieron el sábado y el número dos del grupo, el jeque Naim Kassem, advirtió que Israel pagaría un alto precio si comenzaba una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. Israel atacó objetivos de Hezbollah el domingo por la mañana en respuesta al fuego de cohetes, según el ejército.
Israel también anunció planes de evacuación para otras 14 poblaciones cerca de la frontera con Líbano. Kiryat Shmona, con una población de más de 20.000 personas, recibió instrucciones de evacuar la semana pasada.
En la ocupada Cisjordania, docenas de palestinos han muerto en enfrentamientos con tropas israelíes, redadas para hacer detenciones y ataques de colonos judíos. Las fuerzas israelíes han cerrado los pasos al territorio y los controles de carretera entre ciudades, con el argumento de que pretenden evitar ataques.
Israel dice haber detenido a más de 700 palestinos desde el 7 de octubre, incluidos 480 supuestos miembros de Hamás.
Las fuerzas israelíes mataron al menos a cinco personas el domingo por la mañana en Cisjordania, según el Ministerio de Salud palestino. Dos murieron en un ataque aéreo contra una mezquita en la localidad de Yenín, que ha registrado intensos tiroteos entre milicianos palestinos y tropas israelíes en el último año.
El ejército israelí dijo que el complejo de la mezquita pertenecía a Hamás y a milicianos de Yihad Islámica que cometieron varios ataques en los últimos meses y planeaban otro.
La Autoridad Palestina, que cuenta con reconocimiento internacional, administra zonas de Cisjordania y coopera con Israel en seguridad, pero es muy impopular y ha sido blanco de violentas protestas palestinas.