El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llevó su esfuerzo diplomático sobre la guerra entre Israel y Hamás a la ocupada Cisjordania el domingo, reuniéndose con el presidente palestino Mahmud Abás en el último intento del gobierno de Joe Biden de aliviar el sufrimiento civil en la Franja de Gaza y comenzar a esbozar una escenario de posconflicto para el territorio.
Blinken luego fue a Bagdad para conversaciones con el primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani, en momentos en que aumentan los ataques contra bases estadounidenses en Irak por parte milicias proiraníes. Las fuerzas estadounidenses interceptaron otro dron que iba a atacar una de sus bases en la vecina Siria, dijo un funcionario norteamericano.
“Dejé muy claro que los ataques, las amenazas por parte de las milicias alineadas con Irán son totalmente inaceptables y que tomaremos todas las medidas necesarias para proteger» a las fuerzas estadounidenses, declaró Blinken antes de partir hacia Turquía. Dijo que el primer ministro iraquí expresó su propio compromiso en frenar los ataques de las milicias.
Anteriormente en Cisjordania, en una parada no anunciada con antelación, Blinken viajó a Ramala en una caravana blindada y bajo estrictas medidas de seguridad. Su visita se produjo pocas horas después que aviones israelíes atacaron un campamento de refugiados en Gaza, matando al menos a 40 personas, según funcionarios de salud del lugar.
A pesar del secretismo y de la negativa del Departamento de Estado estadounidense a confirmar el viaje hasta después que Blinken abandonó Cisjordania, los palestinos salieron a protestar por el apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza cuando se filtró la noticia de su llegada. Los manifestantes portaban carteles que mostraban sangre goteando y mensajes que incluían: “Tienes sangre en las manos, Blinken”.
Un funcionario estadounidense de alto rango que viajaba con Blinken enfatizó lo que dijo era el compromiso de Estados Unidos de presionar a Israel para que proteja a los civiles en Gaza, aumente los suministros de ayuda humanitaria y controle y castigue la creciente violencia de los colonos judíos extremistas contra los palestinos en Cisjordania.
Blinken también dijo a Abás que Estados Unidos presiona a Israel para que restablezcan completamente las transferencias de remesas de impuestos suspendidas a la Autoridad Palestina. Esos fondos fueron desbloqueados parcialmente la semana pasada, pero los palestinos quieren la cantidad total. Además, Blinken dijo que Estados Unidos prevé que la Autoridad Palestina “desempeñe un papel central” en cualquier gobierno posterior a Hamás en Gaza, según el funcionario, que habló con los periodistas bajo la condición de mantener el anonimato para ofrecer detalles de las discusiones privadas.
Pero Abás dijo que la Autoridad Palestina sólo asumirá el control de Gaza como parte de una “solución política integral” que establezca un Estado independiente que también abarque Cisjordania y Jerusalén Oriental, tierras de las que Israel se apoderó en la guerra de 1967, según la agencia de noticias oficial palestina WAFA. Abás condenó el bombardeo israelí de Gaza como una “guerra genocida” e instó a Blinken a “impedir inmediatamente que cometan tales crímenes”, publicó la agencia.
AP