Miami, 8 nov (EFE).- El aspirante presidencial Ron DeSantis señaló este miércoles que si llega a ser presidente de Estados Unidos volvería a imponer sanciones a Venezuela, país del que EE.UU. no debería depender para el suministro de petróleo, una premisa en la que coincide con Nikki Haley.
Durante el tercer debate republicano que se celebró en Miami, en el sur de Florida, el gobernador de Florida manifestó que se debe «apretar las tuercas» al Gobierno venezolano, que encabeza el presidente, Nicolás Maduro, y no se deben hacer negocios con ese «corrupto régimen dictatorial», y más bien optar por la independencia energética.
En esa línea, la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley coincidió con DeSantis y señaló que el país no debería estar «recibiendo petróleo sucio», y se mostró a favor de sanciones contra Maduro.
Alertó además del efecto llamada que puede tener la reciente aprobación a favor de unos 500.000 venezolanos del permiso migratorio conocido como Estatus de Protección Temporal (TPS).
China como amenaza
Durante el tercer debate electoral los cinco aspirantes presidenciales abordaron también la amenaza que supone China, país que de acuerdo a Haley tiene la flota naval más grande del mundo y, por ello, urgió a modernizar el Ejército de EE.UU. con tecnología e Inteligencia Artificial.
Por su parte, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie apostó por los submarinos nucleares. «Hay que aumentar nuestro poder naval de forma callada y efectiva», dijo el aspirante presidencial.
El empresario Vivek Ramaswamy dijo que el país requiere aumentar su capacidad naval en un 20 % en los próximos años y además se inclinó por prohibir a empresas estadounidenses de hacer negocios con China.
El senador Tim Scott coincidió con el resto en prohibir la plataforma TikTok, mientras que DeSantis señaló que no se debe ignorar que la lucha contra China no solo es económica «sino cultural».
«Venceremos y ellos perderán», alertó el gobernador de Florida, segundo en intención de voto de acuerdo a las encuestas, aunque a una gran distancia del principal favorito de este partido, el expresidente Donald Trump (2017-2021).
El Adrianne Arsht Center del centro de Miami, en el sur de Florida (EE.UU.), acogió esta noche el tercer debate republicano con la participación de cinco aspirantes y la gran ausencia de Donald Trump, quien ha preferido celebrar un acto paralelo en Hialeah, a 8 millas (12 km) de la sede del evento.
El expresidente desarrolla su campaña en medio de un complicado escenario legal, con cuatro procesos abiertos, los que, sin embargo, no parece que le hayan hecho mella, a tenor de las encuestas.
A sabiendas de que el foco de la política nacional estaba hoy en Florida, estado donde hay más republicanos inscritos que demócratas, el Comité Nacional Demócrata se ha hecho presente con anuncios publicitarios bilingües (inglés y español), en los condados sureños de Miami-Dade y Broward, además de otros carteles móviles que circulan cerca al Adrianne Arsht Center. EFE
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