Tertulias de Café/ Maximiliano Pérez < El Informador Venezuela
Close

Tertulias de Café/ Maximiliano Pérez

¿Por qué Contra el Café?

La importancia que mundialmente se otorga a la caficultura es inobjetable. El cultivo del café, es netamente Tropical, lo que lo caracteriza como un producto de poblaciones marginales, ya que, en el Trópico se ubican los países más pobres del planeta. Los países industrializados generalmente, se encuentran en el hemisferio norte.

En Venezuela la producción cafetalera se ubica en zonas montañosas de difícil acceso, constituyéndose como un cultivo, prácticamente imposible de mecanizar, por lo pronunciado de las pendientes, esto lo define como un rubro agrícola generador de empleos en su máxima expresión, por la gran cantidad de mano de obra que utiliza, compitiendo así, con la industria petrolera, en generación de empleos pero, no lo hace competitivo con los países que mecanizan su cultivo; esta generación de empleos constituye la base de la influencia social del cultivo del café.

En el mundo son más de cincuenta millones de familias, las que obtienen sus ingresos de la producción cafetalera. En Venezuela, los productores de café están siendo exterminados, las familias caficultoras están siendo desmembradas, pues sus miembros se integran a la diáspora que destruye al aparato productivo del país. Pero se calcula que tenemos que producir para más de 20 millones de consumidores venezolanos, y para exportar el mejor café del mundo, “cuando haya excedente”.

En el cultivo del café, es inobjetable la congruencia de lo social y de lo ecológico las zonas donde se cultiva la noble cereza, son de alta fragilidad edafoclimática, nacientes de aguas dulces, sobre todo en nuestro país, que es el séptimo reservorio del vital líquido del mundo. En Venezuela el 91% de las fincas cafetaleras están ubicadas en 36 cuencas hidrográficas y 79 sub-cuencas, algunas de ellas generadoras de energía eléctrica. En el estado Lara, las zonas que surten de agua dulce a las poblaciones, las cabeceras del Río Tocuyo y de la cuenca alta del Río Yacambú, están protegidas por cultivos de café, y los caficultores ancestralmente, habíamos sido guardianes gratuitos del ambiente.

La planta de café es conservacionista por sí misma, por su morfología; su raíz primaria se profundiza 1.5 metros compactando los suelos, y sus raíces secundarias tejen una red superficial que evita la sedimentación y la escorrentía. Sus hojas y ramas, por ser un arbusto perenne, protegen los suelos del impacto del agua de lluvias en invierno y de la inclemencia del Sol en invierno.

Si bien es cierta la contaminación que se produce en el proceso del denominado beneficio, no menos cierto es que, de los desechos del proceso se pueden obtener ingresos adicionales que podrían representar la verdadera diversificación de la caficultura, peptinas, alimentos para animales, fertizantes y, hasta herbicidas. En Perú con la pulpa de café están elaborando alimentos para los niños desnutridos.

La importancia económica del café es incuestionable porqué, es generador de economías encadenantes, benefactor hasta de las zonas áridas, porqué el café internacionalmente se comercializa en sacos elaborados con sisal. La producción de café se puede diversificar con la elaboración de cosméticos, licores y en farmacología, donde tiene una importancia por demás significativa, porque se están haciendo investigaciones, donde se utiliza para curar el cáncer de colón, prevención de cáncer en las mujeres, como diurético, es conocida su utilización como vaso dilatador en enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cerebro-vasculares y, como estimulante para los atletas. En Brasil se realizan experimentos, utilizando la borra del café contra el Dengue. Se ha comprobado que, al verter la borra del café en los criaderos del zancudo, se interrumpe el ciclo reproductor. “Los campesinos utilizan la borra de café como anticoagulante”.

Pero, desde 1998, al cultivo de café, los organismos a los cuales le compete su preservación, lo han tratado como si fuese una mala hierba. Así lo demuestran los hechos, presuntamente se han malversado grandes cantidades de dinero como auxilio a los caficultores; no se ha querido oír a los productores y se ha dejado influenciar por quiénes con cánticos de sirenas, les transmiten lo que les gusta oír.

Entre tanto, en nuestra desesperanza los caficultores nos preguntamos:

¿Porqué, contra el café?

¡SALVE DIVINA PASTORA… APIADATE DE NOSOTROS!

Abrir chat
Comunícate con nosotros
Comunícate con nosotros
scroll to top
SiteLock