AP- El canciller colombiano Carlos Holmes anticipó el lunes una “declaración muy fuerte” sobre Venezuela “que corresponda a la gravedad de la situación” poco antes del inicio de una ofensiva diplomática de numerosos países de las Américas para presionar por cambios en esa nación.
Holmes hizo breves declaraciones antes de que comenzase un encuentro preliminar del Grupo de Lima y se abstuvo de entrar en detalles acerca de qué tipo de medidas se podrían tomar.
Más tarde está programada una reunión de los países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), también conocido como el Tratado de Río, para abordar el tema de Venezuela.
Varios países de América están aprovechando la Asamblea General de las Naciones Unidas para intensificar sus esfuerzos a favor de un cambio de gobierno en Venezuela y están invocando el TIAR con el argumento de que la crisis económica y social de ese país compromete la estabilidad regional. Millones de venezolanos han emigrado, mayormente a países de la región, y Colombia acusa al mandatario venezolano Nicolás Maduro de apoyar a guerrilleros colombianos.
Uno de los grandes interrogantes es si los países del TIAR apoyarán acciones militares o se limitarán a imponer nuevas sanciones con el fin de asfixiar al gobierno venezolano.
Una delegación enviada por Juan Guaidó, el líder opositor reconocido como presidente legítimo de Venezuela por medio centenar de países, se reunió por la mañana con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien presentó hace poco un informe crítico de la situación en Venezuela.
“Es fundamental que se cree una comisión de investigación que castigue cada una de las denuncias del informe que usted (Bachelet) presentó sobre Venezuela. No podemos permitir más impunidad, los crímenes de la dictadura de Maduro deben ser juzgados”, expresó Julio Borges, quien encabeza la delegación.
En su informe Bachelet se mostró “sumamente preocupada por la magnitud y la gravedad de la repercusión de la crisis actual sobre los derechos humanos, que constituye además un inquietante factor de desestabilización regional”.
“Las autoridades se han negado a reconocer las dimensiones y la gravedad de la crisis en materia de cuidados médicos, alimentación y servicios básicos”, afirmó la expresidenta chilena.
El canciller peruano Néstor Popolizio, por su parte, dijo que el gobierno de Maduro “viola sistemáticamente los derechos humanos con miles de muertos y desaparecidos”, pero indicó que su país no impulsaba una intervención militar.
“Siempre abogamos por una solución pacífica” que permita “recuperar la democracia”, manifestó.