(AP) — Tres soldados estadounidenses murieron y “muchos” resultaron heridos el domingo en un ataque con drones en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, anunció en un comunicado el presidente Joe Biden, que atribuyó el ataque a milicias respaldadas por Irán.
Fueron las primeras fatalidades estadounidenses en meses de ataques contra fuerzas de Estados Unidos en Oriente Medio por parte de milicias respaldadas por Irán, en medio de la guerra entre Israel y Hamás, un conflicto que ha incrementado el riesgo de una escalada de violencia. Funcionarios estadounidenses siguen trabajando para identificar de manera concluyente al grupo preciso responsable del ataque, pero han evaluado que el culpable es uno de varios grupos respaldados por Irán.
Biden subrayó que Estados Unidos “hará que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que nosotros elijamos”.
La televisión estatal jordana citó a Muhannad Mubaidin, un portavoz del gobierno, insistiendo en que el ataque ocurrió fuera del reino, al otro lado de la frontera con Siria. Pero las autoridades estadounidenses insistieron en que el ataque se registró en Jordania.
Las tropas estadounidenses han utilizado durante mucho tiempo a Jordania —un reino que tiene frontera con Irak, Israel, el territorio palestino de Cisjordania, Arabia Saudí y Siria— como punto de base. El Comando Central de Estados Unidos indicó que 25 miembros del servicio resultaron heridos en el ataque además de los tres muertos.
Alrededor de 3.000 soldados estadounidenses suelen estar estacionados en Jordania.
Desde que inició la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza, las bases militares de Estados Unidos en Irak y Siria han sufrido ataques con drones y misiles. El ataque a Jordania marca el primer atentado contra tropas estadounidenses en Jordania durante la guerra y es el primero que cobra vidas de estadounidenses. Otros ataques han herido gravemente a militares de Estados Unidos, incluso causándoles lesiones cerebrales traumáticas.
En los últimos meses, Estados Unidos ha atacado objetivos en Irak, Siria y Yemen para responder a los atentados contra las fuerzas estadounidenses en la región y para disuadir a los rebeldes hutíes respaldados por Irán de seguir amenazando el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo.
Biden se hallaba en Columbia, Carolina del Sur el domingo por la mañana al momento de ser informado sobre el ataque por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y el viceasesor principal de seguridad nacional, Jon Finer, afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Se espera que se reúna nuevamente con su equipo de seguridad nacional más tarde el domingo.
Siria aún se encuentra en medio de una guerra civil y durante mucho tiempo ha sido una plataforma de lanzamiento para las fuerzas respaldadas por Irán allí, entre ellas la milicia libanesa Hezbollah. Irak también tiene operando allí múltiples milicias chiíes apoyadas por Irán.
Jordania, un firme aliado occidental y una potencia crucial en Jerusalén por su supervisión de los lugares sagrados allí, es sospechada de lanzar bombardeos en Siria para desarticular redes del narcotráfico, incluido un ataque en que murieron nueve personas a principios de este mes.