Casi cuatro años después de que Harvey Weinstein fuera declarado culpable de violación y condenado a prisión, el máximo tribunal de Nueva York escuchará el miércoles argumentos en su intento por anular su histórico veredicto de la era #MeToo.
Los abogados de Weinstein piden a la Corte de Apelaciones del estado en Albany que desestime la condena del magnate del cine caído en desgracia fijada en 2020, argumentando que el juez pisoteó su derecho a un juicio justo al “sucumbir a la presión” del ajuste de cuentas de Estados Unidos contra la violencia sexual perpetrada por figuras poderosas.
El juez, James Burke, permitió el testimonio de tres mujeres cuyas acusaciones no eran parte del caso y dictó que los fiscales podían confrontar a Weinstein sobre otra conducta indebida no relacionada si hubiera testificado, lo que se negó a hacer.
“Lo que argumentamos es que no debería haber un conjunto diferente de reglas para un individuo que es vilipendiado en la sociedad”, dijo el abogado de Weinstein, Arthur Aidala. No puede haber “la regla de Weinstein que sólo se aplica a esa pequeña parte de la sociedad que todo el mundo decide odiar”, dijo.
Weinstein, de 71 años, fue declarado culpable el 24 de febrero de 2020 de delitos sexuales como practicar sexo oral a la fuerza a una asistente de producción de televisión y cine en 2006, y de violación por un ataque a una aspirante a actriz en 2013. Fue sentenciado a 23 años de prisión y está encarcelado en el Centro Correccional Mohawk, una prisión estatal a unos 161 kilómetros (100 millas) al noroeste de Albany.
Weinstein fue absuelto en el mismo juicio de Manhattan por violación y dos cargos de agresión sexual derivados de las acusaciones de la actriz Annabella Sciorra quien afirmó haber sido violada por Weinstein a mediados de la década de 1990. The Associated Press generalmente no identifica a las personas que alegan haber sufrido una agresión sexual a menos que den su consentimiento para ser nombradas; Sciorra ha hablado públicamente sobre sus acusaciones.
El año pasado, Weinstein fue condenado en Los Ángeles por violar y agredir sexualmente a una actriz y modelo italiana, quien dijo que apareció sin invitación en la puerta de su habitación de hotel durante un festival de cine en esa ciudad en 2013. Weinstein fue sentenciado a 16 años adicionales de prisión por ese caso, lo que significa que seguiría encerrado incluso si la Corte de Apelaciones fallara a su favor.
Weinstein mantiene su inocencia. Sostiene que cualquier actividad sexual fue consensuada. No se espera que asista a los argumentos del miércoles, que se refieren sólo al caso de Nueva York, pero puede monitorear la transmisión en vivo de la corte desde la prisión. No es probable que el tribunal se pronuncie de inmediato.
La Corte de Apelaciones de Nueva York acordó el año pasado tomar el caso de Weinstein después de que un tribunal de apelaciones intermedio confirmara su condena. Los abogados de Weinstein quieren un nuevo juicio, pero sólo por un cargo de delito sexual. Argumentan que el cargo de violación no puede ser juzgado de nuevo porque involucra una supuesta conducta fuera del estatuto de limitaciones.
Las acusaciones contra Weinstein, el otrora poderoso y temido jefe de estudio detrás de películas ganadoras del Oscar como “Pulp Fiction” (“Tiempos violentos”) y “Shakespeare in Love” (“Shakespeare enamorado”), marcaron el comienzo del movimiento #MeToo. Su juicio en Nueva York atrajo una intensa publicidad, con manifestantes que coreaban “violador” fuera del tribunal.
En su apelación, los abogados de Weinstein argumentaron que Burke influyó en el resultado del juicio con repetidos fallos favorables a los fiscales, incluidas decisiones que “abrumaron” el juicio con “pruebas excesivas, aleatorias y muy dudosas de actos indebidos anteriores”. El mandato de Burke expiró a finales de 2022. No fue reelegido y ya no es juez.
Si Weinstein hubiera testificado, Burke dictaminó que los fiscales habrían podido interrogarlo sobre una veintena de presuntos actos indebidos durante 30 años, incluyendo si había dejado varado a un colega en un país extranjero o si le gritó al personal de un restaurante al exigir una comida nocturna.
Los abogados de Weinstein argumentaron que los fallos de Burke fueron más allá de lo que normalmente se permite, detallando el motivo, la oportunidad, la intención o un esquema o plan común, y esencialmente llevaron al exjefe del estudio a juicio por delitos de los que no fue acusado y de los que no había tenido la oportunidad de defenderse. Esa evidencia habría servido “sólo para hacer que el jurado odiara a Weinstein”, dijeron sus abogados.
Las reglas varían según el estado sobre llamar a testigos a declarar y permitir que los fiscales presenten evidencia sobre “actos indebidos anteriores” además de los cargos reales. Las reglas de Nueva York se encuentran entre las más restrictivas.
También impugnaron la negativa de Burke a destituir a un miembro del jurado que había escrito una novela sobre hombres mayores depredadores, así como su decisión de permitir que los fiscales hicieran testificar a un experto en el comportamiento de las víctimas y los mitos de la violación, mientras rechazaban el testimonio sobre temas similares de los expertos de la defensa.
Un panel de cinco jueces del tribunal intermedio de apelaciones de Nueva York dictó por unanimidad en 2022 que Burke había “ejercido providencialmente” su discreción, aunque algunos de los jueces habían planteado previamente dudas sobre su conducta. Durante los argumentos orales, la jueza Sallie Manzanet-Daniels dijo que Burke había permitido que los fiscales acumularan “testimonios increíblemente perjudiciales” de testigos adicionales.
Aidala dijo que quiere que la Corte de Apelaciones recuerde a los tribunales de primera instancia del estado “que un acusado no puede ser juzgado en función de su carácter, sino que debe ser juzgado en función de la conducta por la que ha sido acusado”.
AP