¡Agricultores sin nombre !
Si nos detenemos un momento a analizar el pasaje de la historia independentista que atañe a la Batalla de Araure, podremos recordar el origen del “Batallón Sin Nombre”.
Cuenta la leyenda reconocida como historia qué, antes del inicio de la batalla, un grupo de “campesinos” de la zona le pidieron al Libertador, Simón Bolívar, que les suministrara armas para pelear por la Independencia…
Se cuenta que, el Libertador les contestó:
“Si quieren armas… ¡Vayan y quítenselas al enemigo!”.
Después de la batalla aquel grupo de “valientes campesinos”, exclamaron ante el Libertador:
Bolívar… ¡Aquí tiene las armas!
Y ante aquel gesto heroico, Bolívar creó al…
“Batallón Sin Nombre”.
Tal vez entre los productores agropecuarios que “por ahora”, “presuntamente”, son calificados de “latifundistas, terrófagos, o de oligarcas delincuentes; manipulados, juzgados y sentenciados, tal vez, entre ellos, hayan descendientes de aquellos valientes campesinos; esos a quienes, aún habiéndoseles calificado sus unidades agropecuarias como productivas, “ahora” se les ha cambiado el uso de tierras, “presuntamente” calificadas como clase 5 o más, en dictámenes efectuado por organismos avalados con la probidad de universidades; y se les ha intervenido, atropellándoseles los derechos humanos, constitucionales y legales que “presuntamente” les amparan; acción “supuestamente” emprendida por un Estado Omnipotente en pro de realizar la “encomiable pero mal efectuada labor” de saldar la deuda social, que históricamente ha incumplido, y que perdura para con algunas personas qué, aún mereciéndolo, jamás han hecho nada por lograr su bienestar o felicidad social…
Se dice que Lara se perfila como una potencia en la venta internacional café, porque supuestamente se exportaron 70 toneladas de café verde o sea, aproximadamente, un mil quinientos veintidós quintales (1.522 q.q.) de café, a Estados Unidos, producto de la alianza entre el sector público y privado.
Aseverándose que esta operación comercial es un paso más para que la entidad surja como una potencia exportadora en este rubro.
Y pregunto:
¿La historia reciente es desconocida?
Las cifras del desaparecido “Fondo Nacional del Café, FONCAFÉ, de hace apenas veintiséis años, para el año 1998 estimaban que Venezuela exportaba seiscientos mil quintales (600.000 q.q.) de café, de los cuales más de doscientos mil quintales (200.000 q.q.) de café eran exportados desde Lara. O sea que si mis cálculos son correctos apenas se exportó el cero punto setenta y cinco por ciento (%0,75) de aquellas exportaciones. Época en la que el estado Lara según el instituto en referencia producía cuatrocientos diez mil quintales (410.000 q.q.) de café.
Presumo la caída brutal en la producción y en la calidad de café como consecuencia de las políticas económicas erradas y desfasadas impuestas, al igual que los precios viles al producto del trabajo de los humildes cultivadores de café; la desnutrición, enfermedades endémicas y hasta los suicidios denunciados en partes médicos; la falta de mano de obra por haberse integrado a la diáspora que destruye a las familias; la falta de combustibles, fertilizantes, agroquímicos, repuestos para equipos y maquinarias, el desastre eléctrico y la destrucción de las infraestructuras públicas, entre otros males,.
No podemos olvidar que del estado Lara salió la creación de “CAFÉ VENEZUELA”…
De la “Unión de Productores de Café – Guarico (UPROCA-GUARICO) exportábamos café a los Estados Unidos y Europa. A mediados de la década de los años 1980, el Bróker de la empresa en Europa, señor Gonzalo Toro, en una oportunidad me comentó que, en Alemania había una marca de café:
“CAFÉ VENEZUELA”, producida por la empresa “ARKO”.
Yo le pedí al señor Toro que me trajera unos paquetes de ese café para guardarlos como recuerdo y, me trajo dos paqueticos…
Estando trabajando (Ad Honorem) en el “Plan Bolívar 2000, el 4 de junio de 1999 me entrevisté con el presidente Chávez y le dije (Palabras más, palabras menos):
Presidente, yo no comulgo con su ideología pero aquí tiene este proyecto le entregué un proyecto sobre la creación del “Eje Cafetalero Exportador Lara-Portuguesa-Trujillo”, y habiendo entregado con anterioridad uno de los paqueticos de café venezolano procesado en Alemania, en manos de su esposa Maria Isabel, añadí:
Presidente: “Si queremos rescatar la caficultura nacional, es imperioso nacionalizar esta marca, “CAFÉ VENEZUELA”, no es justo que esta marca sea de una torrefactora alemana y que se esté comercializando nuestra cultura porque constitucionalmente nuestra cultura es irrenunciable (Los empaques de Café Venezuela alemán, tenían estampados verticalmente el tricolor patrio, amarillo, azul y rojo, y en su idioma decían “CAFÉ CON CULTURA”), y así podremos salir al mercado internacional con nuestra propia marca tal y como lo hace Colombia con su marca “Juan Valdez”.
Tengo la presunción de que al presidente Chávez le gustó la idea y creó…