El feminismo nuevamente mostró su poder de movilización el pasado día de la mujer, llenando las calles de toda España con miles de personas que, a pesar de las divisiones en el movimiento, han unido sus voces en una reivindicación común: la búsqueda de una igualdad real entre hombres y mujeres.
A pesar del mal tiempo que ha afectado a casi todo el país, la asistencia a las manifestaciones ha sido masiva, tiñendo de morado las calles y plazas de las principales ciudades.
Este año, el apoyo a las mujeres palestinas y la protesta contra los bombardeos israelíes en Gaza han ocupado un lugar destacado en varias marchas, especialmente en las de Madrid y Barcelona. En esta última ciudad, la manifestación unitaria ha incluido este tema en su lema oficial: «Mujeres, lesbianas y trans. Juntas contra las precariedades, las fronteras y los genocidios».
Las violencias machistas, la brecha salarial, las desigualdades laborales… Las tradicionales demandas feministas han vuelto a unirse a las críticas contra el negacionismo y las medidas que obstaculizan los avances en igualdad en algunos gobiernos autonómicos.
En el ámbito político, las manifestaciones han estado precedidas por una nueva polémica protagonizada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien cuestionó cuándo se celebra el Día del Hombre para atender sus problemas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respondido recordándole que su posición se debe a la lucha de muchas mujeres, mientras que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, considera a Ayuso absolutamente desacreditada para representar y defender a las mujeres.
En Madrid, se han convocado dos manifestaciones: una histórica organizada por la Comisión del 8M, que ha reunido a 30.000 personas según la Delegación del Gobierno (500.000 según las organizadoras), y otra por el Movimiento Feminista de Madrid (MFM), que rechaza la Ley trans y pide la abolición de la prostitución. Esta última ha contado con la participación de unas 4.000 personas según la delegación y más de 30.000 según la organización.
La presencia de varias ministras socialistas, así como de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha marcado la jornada. Este es el primer 8M con una ministra socialista de Igualdad, y su antecesora en el cargo, Irene Montero, también ha acudido a la marcha, junto a dirigentes de Podemos como Ione Belarra e Isa Serra.
Entre los carteles que se vieron en Madrid, destacaron algunos con reclamos como «No Morimos, nos asesinan», «Ni zorras ni sumisas» y «me oprimen por mi sexo».
Fotos: Sara Rodríguez