“Cuando la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) solicita claras garantías de participación ciudadana en el venidero proceso electoral presidencial, lo que está haciendo es simplemente recordándole al Estado, al gobierno, que debe ser ésa la forma de conducir ese proceso”.
La anterior manifestación provino el cardenal Diego Rafael Padrón, arzobispo emérito de Cumaná, Estado Sucre, y quien viajó a Barquisimeto este pasado martes 19 de marzo, día de San José, para –explicó– acompañar al padre Alexander Nieves, párroco de la iglesia del mismo nombre, en la capital larense, durante la celebración religiosa de dicha efemérides-
De hecho, fue el propio cardenal Padrón quien ofició la misa central de esa fecha, a las 5:00 de la tarde de este martes 19 de marzo.
Valga señalar, colmo detalle interesante, que, este portal noticioso conversó con el cardenal Padrón en los propios espacios de la sede parroquial, y que el purpurado venezolano fue, en primer lugar, bastante atento, y, luego, respondió con mucha soltura a cada una de nuestras preguntas.
Pero, además, a pesar de su edad, su verbo es lúcido y ampliamente rico en su expresión.
San José
De entrada, y ante nuestra primera pregunta, manifestó Padrón que “vine a Barquisimeto por la razón antes indicada, es decir, por el día de San José”.
Siguió diciendo que, “además, estamos en vísperas del centenario de la parroquia, que cumple 100 años en el 2025, al igual que quienes la rigen que son los Padres Redentoristas”.
Ante otra pregunta, dijo que se había encontrado en Barquisimeto y en el Estado Lara con “un pueblo lleno de fe y de amor por Nuestro Señor Jesucristo, pero también por la figura de San José”.
De hecho, valga señalar que, durante la misa central antes referida, el templo de San José estuvo completamente lleno de feligreses.
Cambios
Abordando otro tema, le preguntamos al cardenal Padrón cuál es la situación de la Iglesia Católica venezolana en estos momentos, y respondió:
–Bueno, hay que señalar primeramente que, como todo, la Iglesia Católica en general no escapa a los diferentes cambios habidos en el mundo, y, obviamente, dentro de ella, la Iglesia Católica venezolana, sobre todo los grandes cambios tecnológicos, científicos e intelectuales.
–Pero, eso sí, la Iglesia sigue manteniendo, actuando y conduciéndose en base a los principios que siempre ha predicado y defendido, cuales son, entre otros, la moral, la justicia, la rectitud, la solidaridad, porque ésos han sido siempre, y siguen siendo, los principios fundamentales de la Iglesia Católica.
“Garantías plenas…”
Cardenal –le inquirimos–: Hace pocos días, la CEV pidió que, para el próximo proceso electoral presidencial, haya –palabras más, palabras menos— garantías plenas de participación ciudadana. ¿Cuál es su opinión al respecto?
–Yo opino lo mismo, porque, en una elección tan trascendental, en el que se definirá quién será la persona que va a conducir al país durante los próximos seis años, lógicamente que deben ofrecerse al electorado las mayores garantías de libertad, de equidad, de seguridad y de igualdad.
–Es que lo que se pide –enfatizó– es que haya, por ejemplo, garantías de inscripción para los nuevos votantes, para quienes hayan cambiado de residencia, para los votantes en el exterior, y, sobre todo, para los tres millones de jóvenes que todavía no han podido inscribirse.
¿Y en cuanto a la observación internacional?
–Por supuesto que debe haberla, pero una observación internacional que sea seria y confiable.
¿Es que acaso hay alguna duda en cuanto a este proceso electoral?
–No, señor. Es sencillamente que, en todos los países el mundo con elecciones libres, siempre hay observación internacional de sus elecciones, sobre todo si son presidenciales.
–Lo que quiero decir con esto –recalcó— es que la Iglesia no está “en contra de”, sino “a favor de”. ¿A favor de quién…? Pues, en dos palabras, a favor del pueblo venezolano.
¿Algún mensaje final para los larenses?
–Bueno, primero, que sigan manteniendo la fe en Dios y en Nuestro Señor Jesucristo, y, luego, que acudan todos a ejercer su derecho al voto; que no se abstengan; y que voten con conciencia, que sepan claramente por quién van a votar, y que este proceso electoral se desarrolle pacíficamente, con civismo, con respeto y con voluntad de hacerlo bien.
Gráfica: Cortesía