Quito (AP) — La crisis diplomática por la irrupción policial a la embajada de México en Ecuador alcanzó el miércoles al Legislativo, adonde fueron convocados al menos tres ministros para explicar los hechos.
Los incidentes entre el oficialismo y la oposición marcaron una atropellada sesión en la que el partido con mayor bancada en la Asamblea, la Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa (2007-2017), cuestionaría a los ministros por el allanamiento a la embajada mexicana en el que fue detenido uno de sus integrantes, el exvicepresidente Jorge Glas, acusado de corrupción y que había recibido el asilo político de México.
Los legisladores se cruzaron acusaciones en medio de gritos y constantes interrupciones a las intervenciones iniciales de los asambleístas, previo a la declaración de los ministros, lo que obligó al presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales, Jonathan Parra, a advertirles que podrían ser retirados por la seguridad.
En su intervención la ministra del Interior, Mónica Palencia, reivindicó su condición de doble ciudadana ecuatoriano-mexicana y rechazó las voces que la tildan de “traidora a la patria” por la decisión del gobierno de allanar la embajada de México.
La ministra admitió que a fines de febrero, como máxima autoridad de la policía y debido a una orden de captura vigente dictada por un juez contra Glas, solicitó a la cancillería pedir formalmente a la embajada de México que entregue al exvicepresidente o autorice el ingreso de la policía “con fines de detención”.
Ante la negativa de México, Palencia dijo que su posición fue no insistir y dejar que el tema sea abordado por canales diplomáticos.
Tras el incidente en la embajada la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, quién también acudió al llamado de la comisión legislativa, había justificado que el allanamiento fue dispuesto por el presidente Daniel Noboa ante “un riesgo de fuga inminente” de Glas y tras haber agotado, aseguró, todos las posibilidades de diálogo diplomático con México.
Tras la intervención de Palencia se produjeron nuevos y acalorados incidentes cuando se esperaba la comparecencia del ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y ante la decisión de que la sesión sea reservada, por lo que su intervención y la de la canciller Sommerfeld no fueron públicas.
Parra rechazó el comportamiento de los legisladores y explicó que la sesión debía ser declarada como reservada dado que se receptaría información documentada que por “seguridad nacional” no puede ser abierta al público.
El 5 de abril la policía ecuatoriana ingresó a la sede diplomática mexicana en Quito y capturó al exvicepresidente Glas, lo que le significó una condena mayoritaria y el llamamiento a foros internacionales donde se ha rechazado la violación a normas internacionales por parte de Ecuador.
Tras la detención de Glas, Revolución Ciudadana pidió la renuncia del presidente ecuatoriano Noboa y anunció una oposición radical en el Legislativo.
Glas, de 54 años, fue trasladado a una cárcel de Guayaquil, donde debe completar la sentencia por dos casos de corrupción. Además, es investigado y tiene orden de prisión preventiva por un caso de presunto peculado en el manejo de recursos para obras de reconstrucción de dos provincias que sufrieron un devastador terremoto en 2016.
México presentará el jueves una denuncia contra Ecuador por el ingreso violento a su embajada ante la Corte Internacional de Justicia.
La irrupción de las fuerzas policiales ecuatorianas en la embajada mexicana en Quito ha sido condenada por una treintena de países de la región y de Europa y ocho organismos internacionales, entre ellos la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Luego de la entrada violenta de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la sede diplomática mexicana en Quito el gobierno mexicano rompió relaciones con Ecuador y ordenó el cierre indefinido de su embajada y la retirada de todo el personal diplomático al tiempo que trasladó los servicios consulares que tenía en Ecuador a sus misiones diplomáticas de Colombia, Perú y Chile.