Jesús Salvador Founturvel es un consecuente lector de esta página que El Informador le cedió al Movimiento DECODE. Es raigalmente opositor y nos envió un correo donde dice “Señores Decode, muy bueno el trabajo que ustedes hacen para liberar a Venezuela del comunismo y ponerlo en el sendero de la democracia, pero el principal problema que vivimos quienes compartimos ese sueño es la diatriba asesina que se observa entre la dirigencia opositora, descalificaciones permanentes donde priva el odio y se desterró la confianza”.
Motivados por ese comentario le escribimos unas preguntas, las cuales transcribimos con sus respectivas respuestas
LA FUERZA DE ISRAEL ES LA FE Y NO SU PODER DE FUEGO
¿Que aconseja usted para acabar con la división dentro de la oposición?
– Que oren, que usen este instrumento magnifico del espíritu para acercarse a Dios. A la oposición democrática venezolana le hace mucha falta tener fe y aproximarse a la esperanza de la transformación milagrosa de los problemas en bendiciones mediante la fuerza de la oración.
Esto puede parecerle a muchos una inocentada pero fijémonos como Israel ha sobrevivido a numerosos y repetidos ataques de sus enemigos, basándose esencialmente en su fe. De ello hay testimonios bíblicos pero también históricos registrados, ya que la biblia son relatos que no coinciden exactamente con las crónicas.
LA ORACION NOS LIBERA
La lucha del pueblo judío contra sus vecinos es milenaria. Basta leer El Viejo Testamento para tener una noción histórica básica de estos enfrentamientos, aunque solamente el libro de Los Macabeos tenga correspondencia formal con los anales avalados académicamente. Pero poco importa esta observación para quienes tenemos a la Biblia como el gran referente cultural que orienta la evolución religiosa del mundo occidental. Se trataría solamente de un detalle porque lo importante a resaltar de estos textos es el mensaje espiritual que subyace a lo largo de estos relatos donde lo demiúrgico le sirve de plataforma a esa realidad viva que es la fe humana en poderes sobrenaturales.
Pero si bien lo espiritual es la sustancia que atraviesa lo fáctico en la busca de una trascendencia ofrecida al principio de los tiempos, no es menos cierto que el escenario dentro del cual se cumplen profecías, designios divinos e invocaciones al Dios de los cielos, es de una violencia circular que tiene como objetivo inmediato y temporal el dominio de territorios y la conquista del Poder.
De esta forma la Historia Sagrada de quienes nos inscribimos en la franja religiosa judeocristiana es una Historia de confrontaciones interminables donde la misma fe se ha convertido en argumento para persecuciones y guerras inclementes. Incluso el libro de Los Salmos , poemas atribuidos a David y los cuales constituyen textos de lectura obligada en todas las misas católicas, no son otra cosa que invocaciones de un guerrero perseguido pidiendo protección a un Dios que alivia el sufrimiento de la soledad y el miedo en medio de una fuga por lugares escabrosos.
Ese mismo Dios que le dio fuerzas a los mártires de Masada, que azotó a Egipto con diversidad de plagas y la muerte de los niños primogénitos, el que entre truenos y fuego inmerso en una luz cegadora entregó las Tablas de la Ley a los descendientes de Abrahám y de Jacob , el que iluminó los sueños de Daniel y ayudó en las batallas a Josué, ese mismo Dios que ahogó mundos antiguos y aniquiló ciudades para castigar pecados, es el Dios por el cual el Estado de Israel legitima la tenencia de armas poderosas como mecanismo de defensa.
Y ese Dios de los judíos es también el Dios de nosotros los católicos, pero convertido en amor y sacrificio de apegos materiales en beneficio de las bondades del alma por un hombre sobre el cual se afinca la esperanza de paz de millones y millones de personas, Jesús El Cristo. El Mesías que habla de perdonar el mismo pecado setenta veces siete, el que indica poner la otra mejilla ante el enemigo, el que cordero se entrega sin lucha ni resistencia a la ignominia de una muerte entre torturas. Por ese Dios Jesús los católicos venezolanos hemos construido un país sin odios religiosos y nos sentimos hermanos del judío, del árabe, del musulmán, del budista, del taoísta y de todos aquellos que entre nosotros comparten el principio ecuménico que nos hace a todos hijos de Dios.
EL COMUNISMO ES ATEISMO
Hoy los demócratas venezolanos luchamos-doce Jesús Salvador- contra un régimen que esta contra Dios, que esgrime el poder totalitario del Estado contra toda manifestación de fe. El comunismo mantiene que la religión es el opio de los pueblos, por ello todos los regímenes comunistas persiguen a los sacerdotes y monjas católicas, porque temen el poder de su fe y de sus oraciones.
Hoy la oposición debe hacer ejercicio de tolerancia y solidaridad, sobre todo entre quienes conforman los demócratas que siguen a María Corina Machado y la Plataforma unitaria, debe en resumen, practicar la enseñanza que nos dejo un gran católico del siglo XX, San José María Escrivá de Balaguer : “El cristiano debe amar a los demás, y por tanto, respetar las opiniones contrarias a las suyas, y convivir con plena fraternidad con quienes piensan de otro modo”.
Jorge Euclides Ramírez
Foto: Cortesía