El acto de bañarse diariamente es una práctica arraigada en la sociedad desde finales del siglo XVIII, pero una nueva investigación de la Universidad de Harvard cuestiona su impacto en la salud a largo plazo. Según los especialistas al frente de la investigación, muchas personas se bañan por presión social o por necesidades específicas, como eliminar el olor corporal, despertarse por la mañana o después de realizar actividades físicas. Sin embargo, la institución advierte que el uso excesivo de champús y otros productos de limpieza durante la ducha puede generar irritación, picores, infecciones o reacciones alérgicas en la piel.
El estudio de Harvard recomienda limitar las duchas a 4 veces por semana, enfatizando que la higiene corporal es importante para evitar la acumulación de suciedad, grasa, sequedad y picazón. Aunque no existe un número concreto de veces para ducharse, en la mayoría de las personas sería más que suficiente bañarse 4 veces a la semana. Además, el estudio recalca que las duchas deben ser con agua tibia, no deben durar más de tres minutos y la limpieza debe centrarse en la ingle y en las axilas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también recomienda duchas de aproximadamente 5 minutos para un uso sostenible de agua y energía, que no supere los 95 litros de agua por persona al día. Sin embargo, según un estudio, solo un 9% de los españoles sigue esta indicación, lo que refleja la variabilidad en las prácticas de higiene.
En resumen, la investigación de Harvard plantea un debate sobre la frecuencia óptima de las duchas, destacando la importancia de equilibrar la higiene corporal con el cuidado del medio ambiente y el uso sostenible de recursos como el agua.
Con información de Qpasa