(AP) — Los primeros estimados de las elecciones para el Parlamento Europeo el domingo apuntan a avances de la extrema derecha, impulsada por resultados en Francia y Alemania, y duros reveses para los Verdes.
Los dos grupos más centristas y proeuropeos, los conservadores y los socialistas, perdieron unos cuantos escaños pero siguen siendo las fuerzas dominantes. Se prevé que los Verdes perderán 20 escaños.
En Francia, los primeros resultados anunciados colocan al partido de la extrema derecha Agrupación Nacional al frente de las elecciones de la Unión Europea, según institutos de encuestas de opinión franceses.
Se anticipa que el partido nacionalista antiinmigración de Marine Le Pen obtenga entre 31% y 32% de los votos, más del doble del 15% estimado para el partido centrista proeuropeo del presidente Emmanuel Macron.
Francia está eligiendo aproximadamente 81 miembros del Parlamento Europeo, que cuenta con 720 escaños en total.
Las primeras estimaciones tras las elecciones parlamentarias de la Unión Europea del domingo sugieren que la extrema derecha ascenderá en la legislatura a pesar de una serie de escándalos en Alemania, la nación más grande del bloque.
Sondeos a pie de urna indicaban que Alternativa para Alemania (AfD) subió al 16,5% desde el 11% en 2019, superando al partido socialdemócrata del canciller Olaf Scholz, que cayó al 14%. El resultado combinado de los tres partidos de la coalición gobernante alemana apenas superó el 30%, y los Verdes sufrieron grandes pérdidas. La extrema derecha también tenía importantes avances en los Países Bajos, donde el partido de Geert Wilders está en una carrera mano a mano con una alianza socialista-verde.
Aunque las encuestas continuarán en Italia hasta bien entrada la tarde y muchos de los 27 países miembros aún no han publicado ninguna proyección, las indicaciones confirman lo que encuestas y análisis anteriores habían pronosticado: se espera que el ejercicio masivo de la democracia por parte de la UE haga que el bloque cambie a la derecha y reconduzca su futuro.
La guerra en Ucrania, el impacto de la política climática sobre agricultores y ganaderos y la inmigración son algunos de los temas en la mente de los votantes para elegir a 720 miembros del Parlamento Europeo.
Los sondeos sugieren que los partidos tradicionales y europeístas mantendrán la mayoría en la cámara, aunque la extrema derecha, incluidos partidos liderados por políticos como Geert Wilders en Holanda; Viktor Orbán en Hungría; Le Pen en Francia y Giorgia Meloni en Italia, ganarán terreno.
Eso podría hacer más difícil aprobar leyes y tomar decisiones en la UE.
Los parlamentarios de la UE deciden sobre legislación que va desde normas financieras a clima o política agraria. También aprueban el presupuesto de la UE, que además de financiar las prioridades políticas del bloque, costea proyectos de infraestructura, subsidios agrícolas o la ayuda a Ucrania. Los eurodiputados tienen poder de veto en el nombramiento de la poderosa Comisión Europea.
Las elecciones ocurren en un momento difícil para la confianza de los votantes en un bloque de unos 450 millones de habitantes. En los últimos cinco años, la UE se ha visto golpeada por la pandemia del coronavirus, una crisis económica y otra energética impulsada por el mayor conflicto terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la campaña suele centrarse en cuestiones de interés en los países concretos, en lugar de en cuestiones europeas más amplias.
La votación del domingo puso fin a cuatro días de votaciones iniciadas el jueves en Holanda.
Un sondeo extraoficial de salida sugirió que el partido de derecha dura y antiinmigración de Wilders debería hacer grandes avances en Holanda, aunque una coalición de partidos proeuropeos probablemente se habría colocado en segundo lugar.
Desde las últimas elecciones de la UE en 2019, los partidos populistas o conservadores lideran ahora los gobiernos en tres países —Hungría, Eslovaquia e Italia— y forman parte de coaliciones de gobierno en otros, como Suecia, Finlandia, y pronto Holanda. Las encuestas situaban a los populistas en cabeza en Francia, Bélgica, Austria e Italia.
“La derecha es buena”, dijo a la prensa después de votar el primer ministro Orbán, que lidera un gobierno férreamente nacionalista y antiinmigrantes. “Ir a la derecha siempre es bueno. ¡Vayan a la derecha!”.
Tras las elecciones comenzará un periodo de negociaciones en el que los partidos reconsideran su lugar en las alianzas políticas europeas que conforman la legislatura del bloque.
El grupo político más grande —el Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha— se ha movido a la derecha durante la campaña en cuestiones con inmigración y seguridad.
Uno de los aspectos clave es si Hermanos de Italia, el partido al que pertenece la primera ministra Meloni, populista de ultraderecha, y que tiene raíces neofascistas, se queda en el grupo más duro Conservadores y Reformistas Europeos o se convierte en parte de un nuevo grupo de ultraderecha a crear tras los comicios. Meloni también tiene una tercera opción, trabajar con el PPE.
Un escenario más sombrío para los partidos proeuropeos sería que el CRE una fuerzas con el grupo Identidad y Democracia de Le Pen para consolidar la influencia de derecha dura.
El segundo grupo más grande —los Socialistas y Demócratas, de centroizquierda— y los Verdes se niegan a alinearse con el CRE.
Aún hay dudas sobre a qué grupo podría unirse Fidesz, el partido de Orbán. Antes formaba parte del PPE, pero fue expulsado en 2021 por conflictos sobre sus intereses y valores.
Los comicios también marcan el inicio de un periodo de incertidumbre mientras se eligen nuevos líderes para dirigir el proyecto europeo. Más allá del regateo para formar grupos políticos y establecer alianzas dentro del parlamento, los gobiernos competirán para conseguir puestos claves en la UE para sus funcionarios nacionales.
El más importante es la presidencia de la poderosa rama ejecutiva, la Comisión Europea, que propone leyes y vigila su cumplimiento. La comisión también controla los fondos de la UE, gestiona el comercio y es el organismo responsable de competencia.
Otros puestos codiciados son el de presidente del Consejo Europeo, que preside las cumbres de presidentes y primeros ministros, y el de jefe de política exterior de la UE, el diplomático de más alto nivel.
Los resultados oficiales de las elecciones, que se celebran cada cinco años, empezarán a publicarse tras el cierre de los últimos centros de votación en el grupo de 27 países, que serán los italianos a las 11 de la noche (2100 GMT). Sin embargo, no habrá una imagen clara de cómo quedará el Parlamento hasta el lunes.