Dallas Mavericks apabulló a Boston Celtics en el American Airlines Center, de Texas, para forzar un quinto partido en las finales de la NBA.
Los de casa, amparados en una excelente actuación coral, con el principal protagonismo de Luka Doncic y Kyrie Irving, se impusieron por una diferencia de 38 puntos, al plasmar un 122-84.
De esta forma, Mavericks consiguió establecer la tercera mayor diferencia en la historia de las finales de la NBA. Sólo los Chicago Bulls, de Michael Jordan,, que le sacó 42 a Utah Jazz en 1998, y Boston Celtics, que puso margen de 39 en 2008 ante Los Ángeles Lakers, le superan.
Los dirigidos por Jason Kidd sabían que era un partido en el que no se podía negociar la intensidad.
Desde el salto entre dos
Por ello, desde el salto entre dos, salieron convencidos de que podían ganar para evitar una barrida en casa. Así fue cómo, desde que se inició el partido, sacaron ventajas.
A diferencia de lo que pasó en el juego tres, esta vez no hubo reacción de Boston Celtics, y la diferencia cada vez se fue alargando.
En el tercer cuarto, ya rozaba los 40 puntos y sobre el cierre, el margen tuvo una máxima de 47, con el 117-70 parcial. De mantener esa brecha, hubiese sido la mayor jamás vista en unas finales de la NBA.
Sin embargo, Boston logró achicar esa desventaja para evitarlo, gracias a una ráfaga de 14-5 en los dos minutos de cierre.
Sólo 33 minutos
Luka Doncic participó en el encuentro durante 33 minutos, pues no jugó el último cuarto.
No obstante, ello le bastó para sumar 29 puntos, cinco asistencias e igual número de rebotes, mientras que Kyrie Irving dio también una buena exhibición, con 21 tantos y seis asistencias
Por Boston, el máximo anotador fue Jayson Tatum, y sólo pudo hacer 15 unidades, en tanto que Jaylen Brown se quedó en nada más que 10 contables.
Ahora habrá un quinto juego, el cual se desarrollará en el TD Garden de Boston.
Ese compromiso se llevará a cabo el lunes 17 de junio, a las 8:30 PM, hora del Este de Estados Unidos.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
RG