La participación de la Vinotinto en la Copa América 2024 dejó un sabor agridulce tras la eliminación ante Canadá en Cuartos de Final, desde la definición por penales.
Si bien la selección no logró alcanzar las instancias finales ni asegurarse disputar los seis encuentros que era el objetivo inicial, demostró un potencial que ilusiona de cara al futuro.
Participación histórica
La Vinotinto sorprendió desde el inicio de la copa avanzando como líder en un grupo que a priori pintaba como el más complicado, con victorias ante Ecuador, México y Jamaica.
Venezuela logró avanzar de manera invicta y con puntaje perfecto, para medirse ante una Canadá que supo complicarla en el transcurso del partido, hasta su definición en los tiros desde los 11 pasos.
A continuación, se analizan algunos de los puntos altos y bajos del combinado nacional en el torneo:
Puntos altos
Salomón Rondón
El capitán y referente del equipo volvió a ser una pieza clave en ataque: Su experiencia, olfato goleador y capacidad de liderazgo fueron fundamentales para el buen desempeño de la Vinotinto.
El “Gladiador” anotó tres goles en los cuatro encuentros disputados, agigantó su leyenda en cuanto a lo numérico, siendo el jugador con más encuentros disputados y con más goles anotados con la camiseta de Venezuela en una Copa América.
Jon Aramburu
El joven lateral de la Real Sociedad fue una de las grandes revelaciones del torneo. Su desborde, velocidad y capacidad para generar ocasiones de gol lo convirtieron en un arma letal para la contra venezolana.
En defensa, demostró por qué el club de Anoeta apostó fuertemente por él: Recuperación, cobertura, ayudas en ambos extremos de la cancha.
Se marcha del torneo con una asistencia y dejando la sensación al pueblo venezolano de que la banda derecha estará muy bien cubierta por los próximos años con un jugador que, incluso, aún puede seguir creciendo.
Los segundos tiempos
La Vinotinto demostró una gran capacidad para reaccionar en los segundos tiempos. De hecho, sus siete goles en el torneo llegaron en la etapa final de los partidos.
Venezuela siempre supo sufrir y jugar en ocasiones más con el corazón que con cabeza e ideas tácticas.
Fernando Batista supo leer a la perfección cada uno de los encuentros y cambiar el rumbo de éstos a partir del minuto 45; con variantes tácticas, cambios posicionales y mentalidad ganadora, la Vinotinto siempre supo cerrar cada uno de sus encuentros.
Puntos bajos
Planteamientos iniciales
A lo largo de la Copa América, la Vinotinto salió con planteamientos demasiado timoratos, lo que le costó el control del juego y la iniciativa durante todas las partes iniciales.
Los goles en contra recibidos ambos cayeron en la primera mitad (Ecuador y Canadá), donde siempre privaban el error defensivo y la desconexión conjunta.
Si bien Batista logró ajustar para cada uno de los segundos tiempos, regalar las primeras mitades complicó en demasía el andar la Vinotinto.
Desorden defensivo
La Vinotinto cometió errores puntuales en defensa que le costaron goles. La falta de concentración y la mala comunicación entre los defensores fueron aspectos a mejorar. Batista planteaba el partido dejando siempre a los defensores en situación de mano a mano con los rivales, cosa que complicó en más de una ocasión al combinado nacional.
Yangel Herrera
El mediocampista del Girona FC no tuvo un buen torneo. Se vio impreciso en los pases y tuvo dificultades para controlar el juego en el centro del campo.
Ante Canadá, siempre se encontraba fuera de posición, no tuvo ese peso llegando al área rival, como acostumbra a hacerlo, y, en momento decisivo, terminó errando el segundo penal en la tanda ante los de la hoja de maple.
A pesar de los puntos bajos, la Vinotinto dejó una buena imagen en la Copa América 2024. La selección demostró que tiene talento y potencial para competir con las mejores selecciones del continente. Con un mejor trabajo en algunos aspectos, la Vinotinto puede aspirar a grandes cosas en el futuro.
Más allá de los resultados, la Copa América 2024 sirvió para que la Vinotinto sume experiencia y fogueo internacionales.
Los jóvenes jugadores del equipo tuvieron la oportunidad del roce con figuras de talla mundial, lo que sin duda les ayudará en su crecimiento futbolístico.
La fanaticada venezolana puede estar orgullosa de su selección. La Vinotinto demostró que tiene un futuro prometedor y que puede dar grandes alegrías en los próximos años; además, si algo ha demostrados esta selección es que todos reman en el mismo barco con un claro objetivo: las eliminatorias y la posterior clasificación a la Copa del Mundo 2026.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
RG